domingo, 1 de junio de 2008

Después del concierto

He cantado en Barbastro y mis compañeras de trabajo han venido al concierto, algo que me ha hecho una enorme ilusión (las quiero mucho). Horas antes, en casa, estaba tan nervioso que no podía dormir la siesta. Sólo al vestirme con la ropa de cantar -camisa negra, traje negro, calcetines negros, zapatos negros- he empezado a serenarme: para eso sirven las liturgias. Actuábamos invitados por la coral Barbitanya, magnífica musicalmente y, en lo personal, hospitalaria y generosa como pocas. Tras el concierto nos han invitado a una merienda, y en ella, después de comer y beber, hemos seguido cantando: Gobbo so pare, Tourdion, Rossinyol.

4 comentarios:

Miranda dijo...

Cuanto me gusta que te pongas nerviudo.
Eso es muy bueno.

Tengo ganas de escucharos.

Beso.

Jesús Miramón dijo...

Uf, nerviudo es poco: pierdo el apetito, voy al lavabo varias veces (se me suelta la tripa), en fin... Después, sin embargo, una vez allí, junto a mis compañeros, con la directora de espaldas al público y sonriente para nosotros, sólo para nosotros (siempre sonríe en esos momentos, y cuánto le agradecemos que lo haga y nos anime y nos de confianza y alegría), en esos momentos todo cambia, comenzamos a cantar, es lo que nos gusta hacer, y el cerebro se inunda de música y de cualquiera que sea la sustancia química que produce placer y emoción. Pero qué te voy a contar que no sepas, ¿verdad? Un beso.

Luis Rivera dijo...

Rossinyol es una de las canciones de mi infancia (cuando era minyó de montanya, que me sigue emocionando, en la que creo que la simbiosis letra y música es perfecta. Te aseguro que si algún día visito tu tierra, trataré de hacer coincidir esa visita con uno de vuestros conciertos. ¿Que mejor razón para ir allí?

Jesús Miramón dijo...

Rossinyol, que vas a França, rossinyol,
encomana'm a la mare, rossinyol,
d'un bell boscatge rossinyol
d'un vol.

Encomana'm a la mare, rossinyol,
i a mon pare no pas gaire, rossinyol,
d'un bell boscatge rossinyol
d'un vol.

Perquè m'ha mal maridada,
rossinyol, a un pastor me n'ha dada, rossinyol,
d'un bell boscatge rossinyol
d'un vol.

Que em fa guardar la ramada, rossinyol,
he perduda l'esquellada, rossinyol,
d'un bell boscatge rossinyol
d'un vol.

Jo t'he de donar per paga, rossinyol,
un petó i una abraçada, rossinyol,
d'un bell boscatge rossinyol
d'un vol.

Rossinyol, que vas a França, rossinyol,
encomana'm a la mare, rossinyol,
d'un bell boscatge rossinyol
d'un vol.


Versión para coral (partitura y letra)

Lo cierto es que es una canción absolutamente preciosa, Luis.