martes, 8 de julio de 2008

Seamus Heaney

LA PENÍNSULA

Cuando no tengas nada más que decir, sólo conduce
durante todo el día en torno a la península.
El cielo es alto, como sobre una pista de aterrizaje,
la tierra sin señales, de modo que no llegas

sino pasas de largo, siempre a través del zócalo de una cala.
Al atardecer, los horizontes se beben el mar y la colina,
el campo arado se traga el caserón blanquecino
y te encuentras de nuevo en la oscuridad. Recuerda ahora

la playa vidriosa y el tronco a contraluz,
aquella roca en que las olas se rompen en jirones,
las zancudas forzadas sobre sus propias patas,
islas que se introducen en la niebla,

y vuelve a casa, todavía sin nada que decir
salvo que ahora decodificarías todos los paisajes
así: cosas halladas puras y limpias en sus propias formas,
agua y tierra en su extrema desnudez.

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THE PENINSULA

When you have nothing more to say, just drive
For a day all round the peninsula.
The sky is tall as over a runway,
The land without marks, so you will not arrive

But pass through, though always skirting landfall.
At dusk, horizons drink down sea and hill,
The ploughed field swallows the whitewashed gable
And you're in the dark again. Now recall

The glazed foreshore and silhouetted log,
That rock where breakers shredded into rags,
The leggy birds stilted on their own legs,
Islands riding themselves out into the fog,

And drive back home, still with nothing to say
Except that now you will uncode all landscapes
By this: things founded clean on their own shapes,
Water and ground in their extremity.


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Seamus Heaney,
traducción de Vicente Forés y Jenaro Talens,
de la antología Campo abierto,
Editorial Visor, Madrid, 2004.

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