lunes, 22 de marzo de 2010

Vigesimosegundo día

El ruido de la lluvia sobre el cristal de la claraboya me despertó en medio de la noche. Después ese mismo ruido me arrulló hasta volver a dormirme.

4 comentarios:

Ofelia Gasque Andrés dijo...

Hola Jesús,
es una de las sensaciones que más me hacen disfrutar desde que tengo memoria.

Ayer también acompañó mi descanso la lluvia.

Besos

Jesús Miramón dijo...

Hola, Ofelia,

igual se debe a que hemos dormido miles y miles y miles de años escuchando ese sonido y cada célula de nuestro cuerpo lo recuerda. Un beso.

NáN dijo...

La sorpresa rompe la rutina.
La rutina rompe la sorpresa.

Jesús Miramón dijo...

Fue como cuando nuestra madre se acercaba a darnos un beso cuando estábamos dormidos, nos despertábamos durante un instante y volvíamos a dormir todavía con más placer.