sábado, 9 de octubre de 2010

Noveno día

Hoy comemos en el huerto de mis padres con toda la familia y se supone que ya debíamos estar en Zaragoza, donde queremos detenernos a comprar unos regalos para nuestros sobrinos, pero son las once menos cuarto y todavía estamos en casa. Por mi parte he bajado plásticos y algo de basura a los contenedores, he ido a sacar dinero al cajero y todavía me ha dado tiempo de comprar en la bodega Isabal una botella de whisky Glenfiddich para llevar al pueblo. Siempre pasa lo mismo. Yo antes me agobiaba pero ahora ya no, total nadie me hacía caso y sólo servía para crear tensión ambiental. No veo a mis padres y mis hermanos desde que regresamos de Irlanda, tengo muchas ganas de encontrarme con todos y ver cómo han crecido los niños más pequeños. Por aquí el cielo está cubierto y tiene pinta de llover, no sé qué tiempo hará en la ribera de Navarra. ¡Ya son las once! Pero tú tranquilo, Jesús, ponerse nervioso no sirve para nada, no te asomes a la escalera para gritar: ¿SABÉIS QUÉ HORA ES? ¿CÓMO ES POSIBLE QUE TODAVÍA NO ESTÉIS LISTAS?

5 comentarios:

Diva Gando dijo...

Sabia decisión. Respira hondo y disfruta. Ojo con la carretera. A ver si después vas a ir a toda mecha.

Elvira dijo...

Jajaja! Has hecho bien en no desesperarte. ¡Que disfrutéis mucho en la reunión! Un beso

NáN dijo...

Lo suyo es "te espero el bar de la esquina" (el que Sabina recomienda que no nos lo cierren). Pero si vas a conducir, la cosa se complica.

Jesús Miramón dijo...

Bueno, al final llegamos a las dos o dos y cuarto ¡y no fuimos los últimos! (Lo bueno de pertenecer a una familia grande es que siempre hay alguien que llega más tarde que tú). Fue un día bonito. Hacía mucho tiempo que no nos reuníamos todos, ¡nada más ni nada menos que veinte personas ya: mis padres, cuatro familias y diez nietos! Comimos muy bien, como siempre que cocina mi madre, y disfrutamos de una larga sobremesa de café, pasteles, cava y whisky con hielo: en fin, la típica y ruidosa reunión familiar de los Miramón, que formará parte, junto a tantas otras, de nuestros mejores recuerdos dentro de muchos años.

Besos.

NáN dijo...

Feliz tú y los tuyos.