domingo, 31 de octubre de 2010

Último día

El grillo que cantaba a comienzos de octubre calló al cabo de pocos días, probablemente sin haber logrado reproducirse a esas alturas del año. Ahora hiberna en la profundidad de su agujero, inmóvil como una pieza de orfebrería. A miles de metros de altitud los aviones de pasajeros surcan el cielo nocturno. Alguien que vuelve a casa duerme en su asiento junto a la ventanilla, y sueña.

6 comentarios:

molinos dijo...

Voto por que continues el diario.

He dicho.

Jesús Miramón dijo...

A diario no (hasta el próximo mes que me de por ahí), pero seguiré escribiendo, las estaciones son cinco y yo necesito escribir como respirar.

NáN dijo...

La madre Tierra, ¿verdad?, protegindo a su grillito, que soñará con apareamientos felices.

Miguel Baquero dijo...

Lo siento por el grillo, pero así es la vida en este raro planeta. Mientras unos duermen ajenos a todo, los otros pasan por encima de él cargados de sueños.

Jesús Miramón dijo...

Hola, Nán, leí que viven entre cuatro o cinco años, nunca pensé que fuesen tan longevos.

Jesús Miramón dijo...

Un planeta raro pero raro raro ¿eh? Tan raro como para bullir de vida en medio de un universo frío e inmenso. Su existencia y la de sus pobladores es algo que resulta difícil de creer.