miércoles, 7 de febrero de 2018

Ayudaste a destruir a mi familia

"Jesús, escribes muy bien, pero ayudaste a destruir a mi familia", escribió un autor o autora anónima en los comentarios del texto anterior.

Confieso que al principio no supe cómo reaccionar. Publico en internet desde mayo de dos mil cuatro, es decir, desde hace muchos años, y nunca me había encontrado con un comentario así. Anónimo o anónima, si tu atención era perturbarme te diré que lo has conseguido, aunque a medias, porque es más curiosidad que inquietud lo que siento por lo que escribiste. Yo sé perfectamente lo que he hecho y no he hecho a lo largo de mi vida, y si algo sé es que nunca he destruido conscientemente ninguna familia.

Eso sí, como escritor me siento atraído magnéticamente por tu comentario. ¿Y si lo hice sin darme cuenta? ¿Destruir una familia? Hace falta mucha fuerza, mucha voluntad, mucha consistencia para perpetrar semejante tragedia. Y reconozco que yo tengo todo eso, aunque nunca lo haya manifestado públicamente. Soy como un superhéroe en la sombra esperando su momento, y todavía no ha llegado.

Esta noche voy a dormir muy bien, y si no aclaras el sentido de tu comentario éste se perderá entre los cientos o miles que arrastra este cometa raro que es mi diario desde hace tanto tiempo. Sólo de ti depende querer aclarar por qué escribiste eso, o guardar silencio. Yo sólo puedo jurarte que no censuraré nada. Nada de nada. En tus manos dejo mi espíritu.

5 comentarios:

Beauséant dijo...

Una frase muy grande que seguramente no tenga nada en su interior. Uno puede dejar las cerillas encima de la mesa, pero para que la casa salga ardiendo se necesitan unas manos que las pongan en marcha...

Jesús Miramón dijo...

Es que no tengo la más remota idea de por qué esa persona dejó ese comentario. Lo que tengo es mucha curiosidad, ahora quiero saber sus motivos. Aunque sea en privado, que me escriba a mi dirección, que está a la derecha desde siempre, sobre la figura del sobre. Pero, en fin, tampoco quiero darle mayor importancia porque no puedo hacer nada.

Un abrazo.

NáN dijo...

Inquietante. Si es un troll que quiere perturbar, te encuentras con el Príncipe Negro de los Trolls

Jesús Miramón dijo...

No creo que sea un troll, NáN. Nunca los he tenido, y mira que llevo años. Me gustaría mucho que esa persona se pusiera en contacto conmigo, pública o privadamente, y me explicas el porqué de ese comentario. Si se trata de una equivocación, no sé, es que no se me ocurre nadie de mi entorno próximo, ni aquí ni ahí, al otro lado de la pantalla. La única pista que tengo es que escribe en catalán, ninguna más. Tal vez alguien pretenda desacreditarme, pero el tono de sus palabras indican una verdad tras ellas que no alcanzo a comprender.

Pero, como ya he dicho, no me voy a obsesionar. Tengo la conciencia muy tranquila y eso es suficiente para mí.

Un abrazo.

andandos dijo...

Hace falta mala intención para hacer un comentario así y no aclararlo.

Un abrazo