domingo, 25 de febrero de 2018

De los bosques y las nubes

Bosques salvajes a vista de dron. Desde una avioneta. Imágenes de bosques vírgenes. Me gustará verlas en la televisión toda la vida porque no tienen edad. Soy consciente de estar viendo un paisaje de hace siglos y también, cuando nos hayamos extinguido, el de dentro de miles o millones de años.

Porque los bosques viven al margen del Románico o la existencia y desaparición de los neandertales; porque los bosques existen al margen de nuestra consciencia, aunque a menudo perezcan bajo su codicia.

Aquí en Aragón, debido a la despoblación del mundo rural, los bosques han ido recuperando paso a paso, en silencio, los espacios que en su día les fueron arrebatados.

También las nubes son ajenas a nuestra breve historia. Lo pensaba esta mañana durante el paseo en el campo. Ellas viajaron en el cielo sobre todos los seres humanos que me han precedido y lo seguirán haciendo hasta el final, bellas y, al mismo tiempo, absolutamente ajenas a la belleza.

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