martes, 12 de marzo de 2019

Doce de marzo

A menudo encuentro paz en la monotonía. Otras veces no, otras veces me gustaría tener una vida plena de aventuras y acontecimientos inesperados, pero hoy es un día para lo primero: rutina, retiro, tomarme una copa, escribir algunas palabras y luego irme a dormir.

Sé que me estoy haciendo mayor porque yo, que siempre odié dormir pues sentía que me robaba tiempo, ahora amo dormir, tal vez me he dado cuenta de que el tiempo no es nada, y también porque sueño mucho y frecuentemente recuerdo los sueños.

El tiempo de estar despierto y el tiempo de dormir es el mismo, pero en el primero los sucesos suelen ser, hasta cierto punto, previsibles, y en el segundo nunca sabes lo que va a ocurrir, vives en un lugar construido con basura mental, anhelos y viejos recuerdos ya olvidados. De día, en plena vorágine de trabajo, a veces echo de menos ese otro mundo aleatorio.

Cuando cada mañana suena el despertador me da mucha pena porque nunca volveré a visitar el otro lado tal y como lo dejé al abrir los ojos. Me da rabia no poder controlar ese fenómeno, y con eso me quedo.

A lo largo del día el cerebro, pese a mis esfuerzos, va olvidando lo soñado y al acostarme de nuevo, muy cansado como ahora mismo, una nueva historia vuelve a comenzar para no tener nunca un desenlace.

4 comentarios:

Elvira dijo...

No sé si porque ya de joven a veces me costaba dormir, nunca lo consideré una pérdida de tiempo. Es un gusto poder descansar bien. Te levantas como nuevo.

Ayer cumplí 65 ya, Jesús!!

Un beso

Jesús Miramón dijo...

Yo he dormido muy poco durante muchos muchos años. Ahora sí lo disfruto, he terminado dándome cuenta de que descansar bien, como dices, es muy importante, más teniendo un trabajo en el que debes tener buena memoria y estar en forma para tocar la inmensa variedad de temas que tocamos en una oficina de información.

¿65 años? ¡MUCHÍSIMAS FELICIDADES! Un beso enorme y gracias por estar siempre ahí.

Portarosa dijo...

¡Felicidades, Elvira!

Estoy poniéndome al día.

Besos y abrazos.

Elvira dijo...

¡Muchas gracias a los dos!

Besos