lunes, 29 de abril de 2019

Veintinueve de abril

El día de hoy ha sido ligero sabiendo que en mi país la derecha apoyada por la extrema derecha había sido detenida gracias a un alto índice de votos, uno de los mayores en las últimas décadas. Cuando en España todo el mundo va a votar suele triunfar el sentido común, la tolerancia, la aceptación de los otros, la integración. Somos el país número uno en el planeta entero en número de donaciones de órganos. Cuando suceden catástrofes internacionales España suele ser uno de los países que más ayuda presta en relación a su población.

Yo ayer por la noche me sentí orgulloso de mis vecinos. Yo, que si algo no soy es nacionalista. Los votos habían vencido a las mentiras, las infamias y los bulos de los tres partidos de la derecha. Hubiera pagado por ver los rostros de sus líderes al darse cuenta de que los españoles, cuando votamos casi todas y todos, no nos tragamos mentiras tan gruesas como que Sánchez había pactado con los independentistas (¡si así hubiera sido no hubiera habido convocatoria electoral, idiota!), que Otegui determinaba la política del PSOE, barbaridades así. ¿Tan tontos nos creían a los votantes?

Me alegro mucho, muchísimo, del resultado electoral de ayer en España. Sólo espero que el PSOE no pacte con Ciudadanos, pero esa posibilidad es algo que me parece casi imposible habida cuenta de las declaraciones del líder de este último partido, que lo fía todo a convertirse en el partido principal de la derecha. Sé que habrá presiones del mundo empresarial y mediático para que eso suceda, pero confío en que Sánchez sepa qué esperanza se ha depositado en su voto.

Estoy contento y voy a dormir bien. Nunca había hecho campaña política, y en esta ocasión me he dejado la piel en las redes sociales. Nos jugábamos tanto. La ultraderecha estará en el Parlamento pero su papel será insignificante, sin consecuencia alguna en la vida de las personas más allá del miedo que da.

Soy progresista, sí. Lo soy desde que era muy joven. Creo en la justicia, en la igualdad social, en los servicios públicos, en la desaparición de fronteras, en la fraternidad, en la redistribución de la riqueza de países y continentes: creo en el feminismo, en la aceptación del diferente, en el respeto a cualquier opción sexual que no obligue a nadie a hacer nada que no quiera hacer; creo en una futura Ley de Eutanasia que permita a enfermos terminales ser propietarios de su vida sin que ninguna otra persona les arrebate esa última decisión. Sí, imagino que soy "progre". Buenas noches.

1 comentario:

Marisa dijo...

Jesús, comparto totalmente tu alegría y todo tu comentario. Sólo que me da más miedo el miedo el fuego amigo que el IBEX 35, fíjate. Como se empeñe Podemos en ligar su voto para investidura con conseguir ministerios, la cagan, la vuelven a cagar como en el 15 (o 16, ya ni me acuerdo). Y nos abocan a elecciones anticipadas. Porque, como la aspiración de Ciudadanos es comerle la tostada al PP, no van a querer ni muertos ligarse al PSOE. Además, si Podemos hace eso, es que no han entendido los resultados y la próxima, se hunden, estoy convencida. Y las próximas son después del debate de investidura.

Menos mal que Sánchez es un superviviente, más listo que el hambre y tiene una flor en el culo, y además me parece una persona muy honesta. ´

En fin, yo también me he reconciliado mucho con mis vecinos. Hay más sensatez de la que parecía. Y más dignidad. Se demostró con la moción de censura y ahora en estas elecciones, que son un gran balón de oxígeno también para Europa. ¡Bien, bien, bien! Sólo espero que los políticos de izquierdas estén a la altura de su pueblo, que les ha votado.