A veces también basta con la voluntad del lector, en mi caso, simplemente de leerte. He estado unos días fuera de los blogs y he vuelto sobre tus andanzas mensuales, riéndome con el poder de la maquinilla eléctrica y sintiendo el sabor delicioso de esas avellanas... Es una delicia, o al menos a mí me gusta, leer cosas sencillas
Cierto, cierto, ciertísimo. La voluntad de mantener un proyecto, sin caer en la tentaciónd e desviarlo lo más míninmo. Si se nos ocurre una variable, montamos un segundo proyecto.
¿Ves como sí se puede decir con muchas palabras lo que tú dices con muy pocas?
A veces también basta con la voluntad del lector, en mi caso, simplemente de leerte. He estado unos días fuera de los blogs y he vuelto sobre tus andanzas mensuales, riéndome con el poder de la maquinilla eléctrica y sintiendo el sabor delicioso de esas avellanas... Es una delicia, o al menos a mí me gusta, leer cosas sencillas
ResponderEliminarGracias, Miguel.
ResponderEliminarCierto, cierto, ciertísimo. La voluntad de mantener un proyecto, sin caer en la tentaciónd e desviarlo lo más míninmo. Si se nos ocurre una variable, montamos un segundo proyecto.
ResponderEliminar¿Ves como sí se puede decir con muchas palabras lo que tú dices con muy pocas?
¡Vale, me has convencido! Un abrazo, Nán.
ResponderEliminar;-)