domingo, 18 de enero de 2009

Tres y cuarto

Tres y cuarto de la madrugada. Una niebla cerrada cubre el pueblo entero. Casi todos los seres humanos a la redonda duermen con respiración acompasada, tendidos en sus cálidos lechos. Vuelan despacio sobre campos, ríos y ciudades abandonadas hace siglos; tienen relaciones sexuales con compañeros de trabajo; hablan con sus padres fallecidos. La casa navega en silencio.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Hombre, jesús, digo yo que para tener relaciones con compañeros de trabajo son horas un poco tardías, a no ser que trabajes en turno de noche; eso sí, para hablar con muertos son estupendas, que parece que a los espíritus les gusta eso de trasnochar y que a pleno sol como que se desaniman.
Muy chula la foto de entrada: el caso es que no identifico el lugar, y me suena me suena...

Jesús Miramón dijo...

Hola, Koldo, ¿tú nunca has soñado que te acostabas con compañeras de trabajo, con conocidas, con alguna vecina? Porque a mí sí me ha pasado, y por la mañana al entrar en la oficina, o al cruzarme con ellas en la escalera o la calle, me costaba mirar a esas mujeres como si no hubiese pasado nada (que es lo que había pasado en realidad: nada). ¿O había pasado algo? Bueno, siempre me han interesado los sueños como territorio, aunque nunca desde un punto de vista parapsicológico.

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Aquí puedes ver todas mis fotografías de la cabecera del blog, que cambian aleatoriamente al actualizar la página, y allí explico dónde las hice y cuándo, por si te ayuda a identificar el lugar.

La de la ventana dijo...

Es que sí que había pasado algo, Jesús... ¿El mundo de los sueños es menos auténtico que el de la vigilia?

Yo creo que no...

Jesús Miramón dijo...

Hola, Teresa, es posible que en nuestro cerebro el mundo de los sueños sea tan auténtico como lo que sucede cuando estamos despiertos, pero (afortunadamente, diría yo) no es posible dejar embarazada a una mujer acostándose en sueños con ella. Es un mundo auténtico pero sólo para cada uno de nosotros, es un mundo solitario.

Anónimo dijo...

Pues sí que...
En los sueños me puede pasar de todo, seguro, pero luego acordarse es la cuestión
Ya está identificado el sitio: las ruinas griegas de ampurias. Y también Binéfar, territorio de titiriteros.
Y gracias por el seguimiento!!!

Miranda dijo...

Mucho peor es cuando la realidad te parece un sueño.
O tu propia vida.

Ultimamente no recuerdo mis pesadillas.

Sí recuerdo, de golpe, las ruinas esas.

Debe de ser una suerte tener compañeros con los que poder soñar.

Beso.

Jesús Miramón dijo...

Hola, Miranda,

esta tarde miraba un poco la televisión (mientras pedaleaba en la bicicleta estática, patético, ya lo sé, pero la he retomado porque me estaba convirtiendo en un hipopótamo) y he visto los últimos momentos de un hombre filmados con la cámara del teléfono móvil de otro peatón en el paseo marítimo de Gijón, durante el temporal de ayer por la noche. Lo que suele pasar: la víctima quiso acercarse demasiado a contemplar las olas y fue arrastrado por un golpe de mar. El caso es que yo estuve allí mismo hace cuatro días como quien dice, concretamente el dos de enero, allí mismo, al lado de la iglesia, y el día era soleado, buenísimo, incluso había un pequeño grupo de gente bañándose en la playa, y el cielo era muy azul y el mar estaba tranquilo y limpísimo. En las imágenes de pésima calidad se ve a un hombre con mochila en la penumbra de las farolas nocturnas, asomado junto a una de las escaleras que descienden a la playa, las altas masas de agua rompiendo contra el muro. Según parece en un momento dado bajó a la arena y desapareció. Lo único que se ha encontrado es una bota y su mochila. Imagino que esos instantes de miedo y arrepentimiento, cuando el golpe de mar lo arrastró y lo empujó contra las rocas, debieron parecerle de algún modo un sueño, algo que, como suele decirse, no podía estar pasándole a él. Quién sabe si en el último instante no despertó en otro sitio, angustiado por el frío del agua pero ya calmándose poco a poco a la luz del sol que se cuela a través de la persiana.

Un beso.

Portarosa dijo...

(Vaya comentario, Jesús, me ha encantado. Lástima de motivo.)

Miranda dijo...

Im-presionante.
Da para un libro entero.

Pero no había venido a decir nada hasta que no he sabido los nombres de los pilotos.
Qué susto más grande...

Beso.

M.

Jesús Miramón dijo...

Gracias, Porto y Miranda. Y hablando de sueños, el de un hombre negro en la presidencia del país más poderoso e influyente del mundo lo era, y bien improbable, hasta hace poco. He leído su discurso inaugural y también allí asoman.

Anónimo dijo...

Pues sera un sueño que no digo yo que no pero un tío que primero va a misa, despues se rodea de pastores religiosos que sueltan sus rollos religiosos y el mismo se refiere a la religion cada vez que habla me da que es un poco reaccionario, no se como le veis vosotros.

Jesús Miramón dijo...

Bueno, Gloria, ese es un aspecto de Obama, como el color de su piel, si vamos a eso. Pienso que no se es más o menos reaccionario por tener creencias religiosas del mismo modo que no se es más o menos progresista por ser negro. A ver si ahora que ha superado la barrera del racismo vamos a imponer otra basada en su fe religiosa, sólo faltaría eso. Que Obama crea en Dios, algo que no comparto con él, no le resta a mis ojos ni un ápice del entusiasmo que ha despertado en el mundo entero y también en mí.