domingo, 30 de abril de 2023

Roto

Estoy tan cansado. Todo lo que está pasando me derrota, me vence, me pasa por encima. Y no sé qué hacer para defenderme, no sé qué hacer para nada. Enfrento las olas y dejo que rompan sobre mí. Me siento roto, muerto.

jueves, 27 de abril de 2023

Un lugar extraño

Dos semanas de baja médica en el trabajo. Sufro por mis compañeras, pero eso es algo que, precisamente para mi recuperación, debo omitir de mis pensamientos. Aunque sucede que mi enfermedad es producto de mi cerebro, y todo se complica un poco.

Toda la vida he intentado enfrentar las cosas desde la más sincera e inocente honestidad, el ejemplo que he heredado de mis padres es hacer las cosas bien y sin llamar la atención, por eso siempre me ha costado muchísimo pedir la baja o alterar el funcionamiento normal de mi pequeña oficina comarcal de información de la seguridad social, pero me he roto.

Necesito un tiempo para recomponerme. He retomado la medicación que abandoné en septiembre del año pasado, algo que vivo como una rendición, un fracaso en toda regla. Sí, lo sé, soy idiota, pero es que soy idiota.

Sufro mucho, lloro mucho, y continúo respirando, mi cuerpo funciona sorprendente y aparentemente bien. Lo que mi familia está sufriendo le está sucediendo a miles, millones de familias en todo el planeta.

Me gusta pensar en ese concepto: el planeta. Continentes, tormentas tropicales vistas desde el espacio, países, ciudades luminosas en el lado oscuro de la tierra, calles y edificios, semáforos, parques, aceras. Parecería que al hacer todo más próximo, más cercano, más visible, los sentimientos se disuelven de algún modo: no es así. Los sentimientos no se disuelven, los sentimientos permanecen y crecen y se transforman en un jardín, en una jungla.

Intento seguir adelante sin traicionarme, siendo un digno receptor de la herencia que mi familia ha sembrado en mí y en todos mis hermanos. Me recuperaré y volveré a ser capaz de amar sin vaciar mi alma hasta el fondo. El mundo es un lugar extraño, pero habitamos en él. Lo exploraremos hasta el final, las estrellas brillan en el cielo.

martes, 25 de abril de 2023

Algo que no sucederá

Todo comienza con un cambio radical de las sensaciones e incluso de los sentimientos. Lo que era normal hasta ese momento de repente queda interrumpido por una amenaza cierta que pone en alerta el cuerpo entero. Uno siente que se le va la cabeza, las pulsaciones se aceleran, aparecen los vértigos, los sentidos multiplican su sensibilidad, la necesidad de huir supera cualquier voluntad y, al mismo tiempo, la inminencia inmediata de la muerte se alza ante ti como algo inevitable. E, incluso aunque en cierto modo no te importe morir, cada célula de tu cuerpo se activa para volverte loco con todo el sufrimiento que puedas imaginar, porque ellas no quieren morir. Uno no puede escribir, no puede escuchar, ni siquiera puede no escribir o no escuchar. Uno ve doble, siente los tobillos de arcilla, carece de cualquier control de lo que le sucede. Uno se siente un náufrago en medio de una tormenta marina a miles de kilómetros de una playa, a merced de olas oscuras y gigantes, tan indefenso que sólo quiere dejarse morir, algo que no sucederá.

domingo, 23 de abril de 2023

Hoy llovió

Hoy llovió durante tal vez cuarenta o cincuenta minutos. La felicidad que nos envolvió a todos fue tan intensa como efímera, y mientras miraba desde la ventana de la cocina pensé en semejante privilegio. El cielo grisáceo sobre los edificios del otro lado del río. Los latidos de mi corazón a pesar de todo. Llovió un poco. Pude contemplarlo.

domingo, 16 de abril de 2023

Un gorrión

Lloro, y entre lloro y lloro suspiro, respiro, cocino, voy a trabajar, saludo a los vecinos, salgo con el coche del garaje, compro pan, me detengo en medio de la acera para mirar cualquier cosa: una obra en construcción, un árbol, un gorrión en la acera.

sábado, 1 de abril de 2023

Todo está bien

Camino a través del campo inflamado de color verde esmeralda, las primeras amapolas asombrosamente rojas, las nubes blancas en el cielo azul; camino junto a la mujer que amo desde los dieciocho años y amaré hasta la muerte; camino con una tristeza de meses palpitando en la articulación de mi dolorido hombro derecho.

Se escuchan los pájaros alejándose a nuestro paso, y las hormigas y escarabajos despertaron del sueño invernal para salir a la luz del mundo y cruzar delante de nuestro paseo. Alguna vez, en el futuro, lo harán sin nuestra presencia, ya extinguida.

Pero yo no estoy triste por algo inmenso y significante y profundo, yo estoy triste por lo mismo que estuvieron tristes millones de hijas e hijos antes que yo: la decadencia y desaparición de quienes me trajeron a este mundo insólito y me quisieron, me cuidaron, me besaron y mimaron tantas veces.

Todo está bien: la luna brilla en el cielo sobre esta pequeña ciudad, mi corazón palpita en la absoluta oscuridad del interior de mi pecho, todo está bien.