lunes, 30 de mayo de 2022

Manrique

Me dejo llevar flotando boca arriba, los ojos cerrados aunque de color naranja por la luz del sol que se filtra a través de los párpados; los brazos y las piernas abiertas, el agua fresca bajo la parte inferior de mi cuerpo, mi cuerpo gordo y vivo flotando río abajo hacia el mar que es el morir.

sábado, 28 de mayo de 2022

Mortal

El verano se acerca prácticamente desnudo, gordo y descalzo sobre las calles, vestido con unos viejos pantalones cortos, sin camiseta, con gafas de sol, sudando impertérrito y con una sonrisa irónica dirigida directamente a mí.

Volvieron los aviones comunes y los vencejos con sus alas de guadaña y su vuelo acrobático en las tardes absurdas de un mundo absurdo.

Hoy cumplo cincuenta y nueve años. Nunca pensé que viviría tanto tiempo. Creo que moriré pronto, no sé por qué, aunque sé que lo que yo crea o deje de creer da exactamente igual. Pero si lo pienso en serio me digo a mí mismo que he vivido muy bien, que he amado y me han amado mucho, me aman todavía de hecho. En la edad media sería un anciano. En el futuro de los bebés que nacen ahora tal vez un hombre de mediana edad.

Últimamente rondan, en personas muy cercanas a mí, la tristeza, la muerte y la enfermedad. Me doy cuenta de que caminamos sobre un campo de minas. No sabemos si el próximo paso será el último. Pero no pasa nada: acepto lo que venga: he sido y soy aproximadamente feliz: me río en la cara del peligro. Creo en el amor y sí, joder: me río en la cara del peligro. Soy amado y amo. Feliz cumpleaños, tonto del higo, idiota, absurdo ser humano afortunado.

martes, 17 de mayo de 2022

Inmortal

Hoy Maite ha cumplido cincuenta y nueve años. Yo los cumpliré el próximo veintiocho de mayo. Nunca le hemos dado demasiada importancia a estas fechas, más allá de las felicitaciones y sentirnos queridos, que ya es muchísimo y precioso -creo que haber vivido bien es eso.

El verano se ha adelantado y las temperaturas han comenzado a subir y subir y subir en mayo, igual que en abril bajaron hasta nevar y helar y destrozar hectáreas de frutales. Todo está cambiando, muta, el clima camina hacia adelante con sus sandalias de granizo, inmune incluso a quienes pudieron hacerle cambiar el paso en algún momento. Los hormigueros sufrirán sus pasos.

Maite y yo, tranquilamente, sin aspavientos, nos sometemos al flujo del tiempo o, lo que es lo mismo: a nosotros mismos. Ahora hace mucho calor, la semana que viene tal vez bajen las temperaturas, el verano está a la vuelta de la esquina y será, como siempre en estas tierras, duro, pero nuestro cuerpo ya se habrá aclimatado. Y luego vendrá el precioso otoño y el tesoro del invierno y nuestro aliento convertido en humo al respirar caminando por la acera.

Nadie sabe si estaremos vivos por entonces, si nuestros hijos amados lo estarán, si el planeta mismo existirá. El conmovedor milagro de mi especie es vivir como si todo fuese inmortal, como si fuese inmortal este segundo, como si este punto fuese un punto y aparte.