lunes, 31 de mayo de 2021

Deslizamiento

Desde la cama, mientras me dejo deslizar hacia el sueño, escucho el croar de las ranas en el cercano río Vero cuyo caudal, frente a mi edificio, no supera los dos palmos de profundidad. Las ranas croan sin descanso, una y otra vez. Pienso en la posibilidad de levantarme y cerrar la ventana, pero hace calor y quiero seguir deslizándome como el río y el instinto primitivo de las ranas inasequibles a la teoría de la relatividad, a mis intenciones personales, a la presencia de nuestra especie en el mundo.