Desde la cama, mientras me dejo deslizar hacia el sueño, escucho el croar de las ranas en el cercano río Vero cuyo caudal, frente a mi edificio, no supera los dos palmos de profundidad. Las ranas croan sin descanso, una y otra vez. Pienso en la posibilidad de levantarme y cerrar la ventana, pero hace calor y quiero seguir deslizándome como el río y el instinto primitivo de las ranas inasequibles a la teoría de la relatividad, a mis intenciones personales, a la presencia de nuestra especie en el mundo.
lunes, 31 de mayo de 2021
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3 comentarios:
Hola Jesús: creo que te gustará leer esto:
https://www.galiciae.com/opinion/portorosa/querido-nan/20210620220454091001.html
Un beso
Muchas gracias, Elvira! Porto me lo envió pero te agradezco que te hayas acordado. Un beso.
Muchas gracias, Elvira.
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