martes, 6 de enero de 2009

Ventanuco

Regreso de Asturias alejándome del buen tiempo y penetrando kilómetro a kilómetro en la gélida niebla. Quedan atrás los valles verdes, sus laderas cubiertas de bosques de eucaliptos, pequeñas aldeas, una playa, dos ciudades; quedan atrás días de convivencia familiar, volver a decir mamá y papá a cada rato, ser llamado tío por las sobrinas más pequeñas, estar con mis hermanos; quedan atrás los primeros pasos de este nuevo año que suavemente comienza a precipitarse. Grande es el mundo, y tan pequeño como mi vida.

2 comentarios:

Portarosa dijo...

Qué bonito, el paisaje.

Jesús Miramón dijo...

Estuvimos en la aldea San Pedro de Ambás, a unos diez kilómetros de Villaviciosa, Asturias profunda. Sí, el paisaje era precioso. El ventanuco estaba en nuestro cuarto de baño.