La rejilla de ventilación del cuarto de baño de mi apartamento, por algún misterio de su diseño arquitectónico, es el mejor chivato meteorológico. Hoy era un instrumento musical de viento huracanado. A juzgar por su sonido mi pequeña casa era una nave espacial precipitándose a miles de kilómetros por segundo a través de la atmósfera de otro planeta.
domingo, 7 de febrero de 2016
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2 comentarios:
Qué maravilla!
Un abrazo, Jan, y un millón de gracias.
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