No soy exactamente lo que fui. Soy, en cierto sentido, mejor: más descreído, más ajeno a las veleidades que me consumían ferozmente cuando era joven; soy cada vez más invisible y, al mismo tiempo y de un modo que no sabría expresar, más valiente ante lo que se aproxima. Cada mañana que abro los ojos soy más consciente que nunca del privilegio que supone despertar en este extraño mundo que a menudo no comprendo pero siento la necesidad de explorar. No soy exactamente el que seré. Cabalgo a lomos de la ignorancia.
miércoles, 6 de abril de 2016
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8 comentarios:
"soy cada vez más invisible y, al mismo tiempo y de un modo que no sabría expresar, más valiente ante lo que se aproxima"...eso es. En mis canas veo justamente esto, me agrisan, me camuflan como si me cubrieran de ceniza...pero me dan una especie de solidez, de mineralidad suave y flexible...Petons! Todo está por ver!
Más descreído y a la vez más confiado y valiente. Sí, yo también me siento exploradora. Disfruto mirando, descubriendo. Y para explorar bien, cuantas menos creencias tengamos, mejor.
¡Qué bien escribes, Jesús!
Un beso
Silvia, Elvira, un beso fuerte desde este domingo frío y gris
(pero único e irrepetible en la historia del mundo).
Me alegro de volver a conectar con tu blog, ahora a través de Twiter y el móvil. Tantos cambios en estos años. Distintos pero más ligeros.
Nada que añadir ni quitar a lo que dices.
Por aquí seguimos bien. Sólo quería entrar a saludar.
Francisco, Nán, un abrazo.
Felicidades, es lo que se espera ser tras el paso por esta vida.
Llevo mucho lejos del blog y al volver retomo lugares entrañables para mi como este tuyo.
Encantada de reencontrarte, con nuestros cambios respectivos.
Un beso
Que este lugar sea entrañable para ti me reconforta mucho. Es un sitio pequeño que, al principio, tenía fecha de caducidad. Ya no la tiene. Encantado de reencontrarte. Un beso.
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