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miércoles, 23 de octubre de 2019

Veintitrés de octubre

Al colgar el teléfono
he roto a llorar.
Ha durado poco.
Me enseñaron a
no hacerlo. El final ha sido
un respirar entrecortado
y después nada.

Sólo esta sensación
de desamparo.

domingo, 20 de octubre de 2019

Veinte de octubre

Cada domingo es un treinta
y uno de diciembre.
Cada minuto termina en
el segundo número sesenta.

Y nada se detiene.

domingo, 6 de octubre de 2019

Seis de octubre

Me asomo a la ventana
de la habitación donde escribo
y me siento igual que
si me asomara al ojo de buey
de una embarcación.

Domingo por la tarde.

Calma chicha.

Mar de los sargazos.

viernes, 13 de septiembre de 2019

Trece de septiembre

Ninguna felicidad, por
poco que dure, aunque
sea un leve soplo que
te despeina por sorpresa
durante unos segundos,
sobra.

jueves, 29 de agosto de 2019

Veintinueve de agosto

Aunque la vida me engulla como
una ballena al abrir su inmensa boca
tragando toneladas de krill,
nada cambiará para mí. Soy
un diminuto camarón y,
al serlo, soy también una ballena y,
al serlo, soy el océano entero y,
al serlo, soy mi planeta, todo
mi sistema solar entero y
mucho más.

miércoles, 28 de agosto de 2019

Veintiocho de agosto

El océano tranquilo,
negro como el betún
bajo un cielo
cuajado de estrellas.
Nada nuevo.
Todo nuevo.

Navego.

jueves, 22 de agosto de 2019

Veintidós de agosto

En alguna parte leí que
algún día conseguiríamos
viajar a
la velocidad de la luz.

Y me atrevo a decir
que viajaremos a
más velocidad aún, pero
mientras tanto

deberemos conformarnos con
viajar a la increíble velocidad
del tiempo humano. Las
cinco estaciones una y otra vez.

domingo, 18 de agosto de 2019

Dieciocho de agosto

Ladra un perro.
Yo lo escucho muerto
de sueño.

Mañana despertaré
en este planeta
y no en otro.

miércoles, 14 de agosto de 2019

Catorce de agosto

En este mismo instante
me siento vacío.
No triste, no
desgraciado, sencillamente
vacío. Escucho a
unos niños chillar
en la calle, jugando, y
me da igual. Es como si
durante unos minutos
hubiese dejado de tener
sentimientos. Sólo
apatía, aceptación sin juicio.

Ni siquiera me preocupa.

jueves, 18 de julio de 2019

jueves, 11 de julio de 2019

Once de julio

A medida que voy
haciéndome mayor
cierta tranquilidad va
instalándose en
mi manera de experimentar
toda esta locura que
vino a mí sin permiso.

Sé que terminaré el viaje.
Viajaré hasta que
la música se apague,
y también la luz, y
también los sentimientos, y
el tacto y el oído y el olfato,
y el gusto, y la vista y,
sobre todo,
el sexto sentido.

Navegamos hacia
lo desconocido
levemente.

jueves, 4 de julio de 2019

Cuatro de julio

Al otro lado de la línea
está el suave susurro del
aire acondicionado y
mi inminente acercamiento a la cama
para dormir todo lo posible,
lo mejor posible y
lo más lejos posible.

Esta noche me apetece
la expedición que
desde hace años
viaja hacia un planeta
con posibilidades de
convertirse en un nuevo hogar.

Cierro los ojos.
Soñaré con eso.

miércoles, 3 de julio de 2019

Tres de julio

La línea que separa
los días se aproxima
y yo todavía no
he escrito nada. Pero

ahora eso
ya es mentira.

miércoles, 19 de junio de 2019

Diecinueve de junio

La luz de esta hora refulge
en todas las cosas, en
las fachadas de los edificios, en
los árboles, en
los coches aparcados
en la acera como si
estuviese aconteciendo
el fin del continente
misterioso de la Atlántida.

Sin embargo nada sucede.

Sólo la luz, la luz nada más.

miércoles, 22 de mayo de 2019

Veintidós de mayo

La tarde se desliza suavemente
como si durante un momento
nada pudiera desaparecer.

viernes, 3 de mayo de 2019

Tres de mayo

Cada palabra
es nueva
aunque haya
sido pronunciada
miles de
millones de veces.

Cada palabra siempre,
siempre
es nueva.

miércoles, 1 de mayo de 2019

Uno de mayo

Adios, abril de
dos mil diecinueve,
nunca volveremos
a vernos.

Hola, mayo de
dos mil diecinueve,
dime, ¿qué guardas
para mí?

domingo, 24 de marzo de 2019

Veinticuatro de marzo

El día se extingue despacio,
sin prisa, a la velocidad de
la fuerza de la gravedad que
empuja mi cama, la silla y la mesa
en la que escribo hacia
el núcleo de la tierra.

Nada extraordinario
sucedió hoy, algo
que mi cerebro colmado
de voces y sucesos
a lo largo de tantos años
agradece infinitamente.

Silencio y paz. Silencio
y este dejarse llevar
por la corriente sin remedio.