lunes, 28 de marzo de 2011

87

Por la tarde, de regreso del trabajo por la carretera comarcal A-133, he aparcado en un camino y he dado un breve paseo para despejar mi cabeza de tantas voces y problemas y preguntas. Sólo se escuchaba el viento sobre los campos de cebada que se extendían suavemente a mi alrededor.

Campos de cebada, 28 de marzo de 2011.

domingo, 27 de marzo de 2011

86

Por la mañana estuve trabajando en la terraza, olvidada desde el otoño. En algunas zonas existían verdaderos ecosistemas de hierbas de distintas especies firmemente instaladas sobre el manto de hojarasca, ecosistemas que yo, como un dios absurdo y cruel, he destruido en un instante. Además de barrer y recoger el suelo también he arrancado plantas muertas del año pasado: ramas secas de albahaca, una mata de tomates cherry, la de berenjena, la de calabacines; he tenido que cavar y tirar de firme para extraer las raíces de algunas. ¡Entre unas cosas y otras ha salido tanta broza que he llenado dos bolsas de basura! Luego he cambiado algunas macetas de sitio, he asegurado las celosías de las paredes y he instalado el sistema de riego automático que guardé en casa al comenzar el invierno. Me he sentido muy bien al terminar. No suelo hacer este tipo de trabajos físicos y había olvidado la sensación de honestidad que producen.

sábado, 26 de marzo de 2011

85

Una bandada de estorninos sobrevuela mi casa graznando y chillando como si hablasen entre ellos. Salgo corriendo a la terraza pero ya están lejos, al oeste, sobre el campanario de la iglesia de San Pedro. El bullicio de su paso permanece en el cielo durante unos segundos antes de desaparecer.

viernes, 25 de marzo de 2011

84

1.



Me dejé barba en agosto del año pasado, durante mi viaje a Irlanda, y al regresar a casa hubo quien pensó que sería sólo un capricho pasajero, pero lo cierto es que me siento muy a gusto con ella. La llevo más bien corta porque le paso una maquinilla al efecto cada diez días aproximadamente, lo cual me evita tener que afeitarme cada mañana, que es lo que buscaba.


2.



Los taludes de la nueva autovía van cubriéndose de vegetación semana a semana. Algunos tramos han dejado de mostrar el color crudo de la tierra removida y lucen ya una tupida capa de plantas herbáceas y gramas. Cada día asisto con admiración a un proceso que todavía no ha terminado, un proceso que, de hecho, no termina jamás.

jueves, 24 de marzo de 2011

83

Y mientras en Libia los hombres se disparan y en Japón familias enteras comparten polideportivos con una paciencia difícil de creer, yo dejo que la tarde se convierta lentamente en un estado mental, a medias entre la atención precisa para atender a quien pueda venir y algo parecido a soñar que estoy aquí.

Barbastro por la tarde, 24 de marzo de 2011.

miércoles, 23 de marzo de 2011

82

El día comenzó sentado en el coche aparcado delante de la oficina de Correos, descubriendo con emoción el regalo de una amiga, y termina recogiendo la vajilla de la cena y guardando la comida que he preparado para mañana. En medio me he hecho una radiografía de tórax y he pedido cita para el resto de pruebas médicas necesarias antes de operarme de mi rinitis... y ahora mismo, mientras estoy escribiendo estas palabras, tengo un déjà vu tan potente que he de detenerme durante un momento para revisar el texto. ¿Es posible que haya escrito frases idénticas a estas alguna vez? Pero pronto pasa el instante de confusión y vuelvo a este tiempo, este futuro que nunca, por más que se empeñe mi cerebro, puede alcanzarse con la memoria.

martes, 22 de marzo de 2011

81

El otro día descubrí en la televisión, por casualidad, una magnífica película que he visto dos o tres veces a lo largo de mi vida: «El vuelo del Fénix», de Robert Aldrich. En ella se narra un accidente aéreo en un desierto árabe y las peripecias de sus supervivientes para salir de allí construyendo un nuevo avión con los restos del accidentado, para lo que cuentan con la supervisión de alguien que asegura tener los conocimientos necesarios y que, casi al final de la historia, resulta ser un maquetista de aviones de aeromodelismo. Espero no estropear el suspense de una película de mil novecientos sesenta y cinco si digo que al final consiguen su propósito, consiguiendo despegar entre las dunas con los náufragos tendidos sobre las alas en unas secuencias que, al verlas por primera vez en mi infancia, se grabaron en mi memoria para siempre. Hoy recordé esta película maravillosa leyendo la respuesta que un rebelde libio ofreció a un periodista británico cuando éste le preguntó si tenían preparación militar para enfrentarse al ejército profesional de Gadafi; la respuesta fue la siguiente: «No, pero hemos visto muchas películas de acción».

lunes, 21 de marzo de 2011

80

Cuando salgo del supermercado empieza a anochecer y estoy muy cansado. Mientras conduzco de regreso a Binéfar escucho en la radio que hoy es «el día mundial de la poesía». ¡El día mundial de la poesía! ¿Puede haber algo más estúpido? Apago la radio. Las luces brillantes de una gasolinera, en contraste con el azul cobalto de un cielo inmediatamente anterior a la oscuridad, la convierten en un cuadro de Hopper, una fugaz estación de luz en medio de un mundo que comienza a sumergirse en las sombras.

domingo, 20 de marzo de 2011

79

Me gustan las cebollas moradas porque son moradas. Me gustan los limones porque son amarillos, y los pimientos rojos porque son rojos. Me gustan las alcachofas porque son verdes. Me gusta el cielo que cruzan los aviones, tenga el color que tenga. Me gusta la pantalla en blanco antes de que las palabras, como pequeños insectos negros, comiencen a ocuparla.

sábado, 19 de marzo de 2011

78

Escuchando el adagio de la novena de Mahler hay momentos en los que sientes que tu corazón no va a poder empaparse más de tanta belleza, estremecido en el oscuro interior del pecho, palpitante corazón vivo, sangrante, mecánico, efímero.


Gustav Mahler - Sinfonia nº 9 - Adagio: Sehr langsam und noch zurückhaltend - Kurt Sanderling.