miércoles, 13 de septiembre de 2017

De la existencia del alma

El tiempo ha cambiado. Las noches son más frescas y su oscuridad nos alcanza cada día un poco más pronto, minuto a minuto, suavemente.

Qué ganas tengo de que aparezca el frío que convertirá mi rostro desnudo en la piel de un mamut, el humo del aliento de mi boca en la prueba irrefutable de la existencia del alma.

2 comentarios:

andandos dijo...

Pronto. A las fiestas de Barbastro les siguen las de Tamarite, luego las de Binéfar, luego las de Monzón, luego las de Almacellas y Lleida, luego las de Fuentes de Ebro (y Zafra, en Badajoz, me acuerdo), luego las de Fraga a la vez que las de Zaragoza y luego llega el frío, después del viento. Bueno, otros años es así, más o menos.

Un abrazo

Jesús Miramón dijo...

Aunque las odio irracionalmente (por eso no lo puedo explicar), las fiestas patronales que recuerdas con tanta precisión hablan de tu genealogía musical, la de la Orquesta Ríos, y eso no lo odio sino que me conmueve.

Un abrazo.