Como tú prosigo mi paseo a través del aire invisible de este mundo. Se fueron los abejarucos de alas de colores mágicos y el agua del canal continúa fluyendo a la velocidad de la gravedad. Las bellotas de las grandes encinas carrascas comienzan a caer maduras y perfectas como pequeñas naves espaciales. En el cielo las nubes dibujan vagamente la figura de un hombre caminando. Se lo digo a Maite. Ella dice: "¡Es verdad!". No necesito nada más. El planeta gira.
jueves, 14 de septiembre de 2017
Ciencia ficción III
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2 comentarios:
Tantos años complicando las cosas que ahora disfrutamos de lo simple.
Un abrazo
Es una paradoja tan antigua como el tiempo: mientras las células de nuestro cuerpo mutan hacia la entropía, nuestro pensamiento busca el maravilloso consuelo de la simplicidad que ya no existe.
Un abrazo.
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