Es domingo y caminamos por los pasillos de nuestras casas con la naturalidad de los tripulantes de un submarino. Dentro estamos a salvo del viento, la nieve, los calamares gigantes, las olas gigantes, el universo gigante, los sentimientos gigantes.
domingo, 5 de febrero de 2012
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8 comentarios:
Bueno, bueno, Jesús, a veces los calamares gigantes habitan dentro de nosotros mismos. ¡Cierren compuertas, bajen batiscafo, inmersión!
Amanece y el submarino emerge a la superficie. ¡Abran compuertas, todo el mundo arriba, vamos, vamos, el lunes ha comenzado!
Buenos días.
Me esperaba de ti que salieras pletórico a abrazar el frío.
Ay, el frío. El sol aparece cada mañana un poco más pronto y la luz del día se alarga. Sí, hace mucho frío, pero al recordar los cuarenta grados del verano todavía lejano (pero no tanto), el frío me consuela.
La intimidad que se vive en estos días fríos y lluviosos en entrañable.
Besos y gracias.
Una gigante cámara os observa. (o una cámara gigantesca?)
Un beso, Añil. Aquí hace mucho mucho frío pero no llueve.
Giovanni, se me ocurre que la verdadera cámara gigante que siempre nos observa es nuestra propia conciencia. A veces los escritores le ponen voz.
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