jueves, 2 de febrero de 2012

Wislawa Szymborska

Leo que se ha muerto y la noticia me emociona profundamente. Yo, lo reconozco, soy de los que descubrí a Wislawa Szymborska cuando le dieron el premio Nobel, y recuerdo mi maravillada sorpresa al encontrarla. Pero todo lo que hoy pueda escribir sobre ella, hoy precisamente y no ayer, está infectado por la triste, la pedestre oportunidad que ella hubiera desdeñado con una sonrisa. Mejor callar y leer sus poemas. Mejor seguir viviendo, como hasta ahora, en su compañía.

26 comentarios:

Portarosa dijo...

Al oír la noticia pensé inmediatamente en ti.

Un abrazo.

andandos dijo...

La estoy leyendo, casualidades, Jesús.

Un abrazo

Elvira dijo...

Y yo la leí por primera vez en tu blog. ¡Gracias, Jesús!

Un beso

Anónimo dijo...

lo acabo de leer yo también, que descanse en paz, esa gran poeta

NáN dijo...

Me acabo de enterar aquí, en tu blog.

Cuando una gran poeta muere, y lo hace cuando toca, ya muy mayor y sin perderse los pocos placeres físicos, como beber y fumar alegremente, no me siento huérfano de ella.

Seguro que estaba cansada; y nosotros tenemos su voz.

Que se siga leyendo muchos muchos años.

Anónimo dijo...

Si te sirve de consuelo muchos la conocimos por ti, jesus. Y a mi personalmente me fascino, pase un fin de semana Szinsborska en vena.Todo un descubrimiento. Una mirada muy mistica de la realidad.
Gracias por ello.

Neunaiz

Jesús Miramón dijo...

Qué cosas, en qué se ha convertido esto, ¿verdad, Porto? Un abrazo.

Jesús Miramón dijo...

José Luis, la casualidad de que el otro día te pusiera a Szymborska en el buzón tan ajeno -tan ajeno yo, tan ajeno tú- a la noticia de ayer. Espero que te esté gustando tanto como a mí.

Un abrazo.

Jesús Miramón dijo...

Eso, Elvira, es una de los tesoros de los blogs: los descubrimientos compartidos. Tú me has regalado muchísimos en el mundo de la pintura y la fotografía desde el tuyo. Un beso.

Jesús Miramón dijo...

Muy grande, Koldo, y doblemente grande por sencilla y radicalmente humana. Un abrazo.

Jesús Miramón dijo...

Fumaba mucho y ha muerto de cáncer de pulmón ¡a los ochenta y ocho años!

Yo dejé de fumar hace casi cinco años pero todavía bebo y levanto un chupito de whisky a su salud. ¡Viva la Szymborska!

Un abrazo, Nán.

Jesús Miramón dijo...

Gracias a ti, Neunaiz, como le decía a Elvira una de las mejores cualidades de los blogs es compartir, y compartir a Szymborska es un verdadero placer, casi una evangelización.

francisco aranguren dijo...

Pues yo que no he leído nada ni sé de qué va, recojo la recomendación. Con la poesía me pasa que me siento poco capacitado para leerla, pero probaré. Un abrazo.

francisco aranguren dijo...

He leído algunos poemas y es todo un descubrimiento de verdad. Pura humanidad. En uno de ellos dice "prefiero el ridículo de escribir poemas al ridículo de no escribirlos". Es ridículo temer al ridículo cuando escribes desde tu verdad.

Jesús Miramón dijo...

Cómo sera la Szymborska (y digo bien: será, no fue) que sus poemas alcanzan a los poetas y también a quienes no leen nunca o casi nunca poemas.

Un abrazo, Francisco.

giovanni dijo...

Yo diría: leer sus poemas y no callar. Ella habla de las cosas cotidianas. En Fuerteventura mi compañera leyó un libro sobre la vida de ella, antes de su muerte, y era tan pesada (pesaba tanto) que lo puse en mi bolsa en vez de la de Aafke. Lo he hojeado. Era un libro un poco raro, me dijo Aafke.

Un abrazo

Jesús Miramón dijo...

Yo de su vida no sé nada, sólo lo que aparece en algunas de sus entrevistas, pero tu comentario me ha dado ganas de buscar algo más. Un abrazo.

Portarosa dijo...

Copiado de un comentario en el blog Madre de Marte:

“Soy una persona anticuada que cree que leer libros es el pasatiempo más hermoso que la humanidad ha creado. El homo ludens baila, canta, realiza gestos significativos, adopta posturas, se acicala, organiza fiestas y celebra refinadas ceremonias. Para nada desprecio la importancia de estas diversiones: sin ellas, la vida humana pasaría sumida en una monotonía inimaginable y, probablemente, la dispersión. Sin embargo, son actividades en grupo sobre las que se eleva un mayor o menor tufillo de instrucción colectiva. El homo ludens con un Libro es libre. Al menos, tan libre como él mismo sea capaz de serlo. Él fija las reglas del juego, subordinado únicamente a su propia curiosidad”.

WISLAWA SZYMBORSKA

Jesús Miramón dijo...

Gracias, Porto. Hace mucho tiempo que puse el siguiente texto de Szymborska en la columna lateral de Las cinco estaciones. Nunca había leído nada escrito por otra persona que me perteneciese más:

El mundo ordinario no existe para mí. Cuanto más sabemos de él, tanto más enigmático se torna, y la vida que en él existe se nos revela como una extraordinaria anomalía cósmica. Un árbol que crece y el murmullo de sus hojas: con eso tengo más que suficiente.

Wislawa Szymborska

Jesús Miramón dijo...

BAJO UNA PEQUEÑA ESTRELLA

Que me disculpe la coincidencia por llamarla necesidad.
Que me disculpe la necesidad, si a pesar de ello me equivoco.
Que no se enoje la felicidad por considerarla mía.
Que me olviden los muertos que apenas si brillan en la memoria.
Que me disculpe el tiempo por el mucho mundo pasado
por alto a cada segundo.
Que me disculpe mi viejo amor por considerar al nuevo
el primero.
Perdonadme, guerras lejanas, por traer flores a casa.
Perdonadme, heridas abiertas, por pincharme en el dedo.
Que me disculpen los que claman desde el abismo el disco
de un minué.
Que me disculpe la gente en las estaciones por el sueño
a las cinco de la mañana.
Perdóname, esperanza acosada, por reírme a veces.
Perdonadme, desiertos, por no correr con una cuchara de agua.
Y tú, gavilán, hace años el mismo, en esta misma jaula,
inmóvil mirando fijamente el mismo punto siempre,
absuélveme, aunque fueras un ave disecada.
Que me disculpe el árbol talado por las cuatro patas de la mesa.
Que me disculpen las grandes preguntas por las pequeñas
respuestas.
Verdad, no me prestes demasiada atención.
Solemnidad, sé magnánima conmigo.
Soporta, misterio de la existencia, que arranque hilos de tu cola.
No me acuses, alma, de poseerte pocas veces.
Que me perdone todo por no poder estar en todas partes.
Que me perdonen todos por no saber ser cada uno de ellos,
cada una de ellas.
Sé que mientras viva nada me justifica
porque yo misma me lo impido.
Habla, no me tomes a mal que tome prestadas palabras patéticas
y que me esfuerce después para que parezcan ligeras.

(Versión de Abel Murcia)

Portarosa dijo...

Qué maravilla.

¿No es algo común a algunos escritores, a algunos artistas, ese sentirse un poco al margen de los acontecimientos, un poco a la orilla de la gran corriente que nos va llevando y que lleva las cosas, y no entenderlos bien, o más bien saber (ellos sí) que no los entienden, y dedicarse a contar y explicar lo poco o mucho que honestamente comprenden?

O no, yo qué sé...

Buenos días.

Jesús Miramón dijo...

FIN Y PRINCIPIO

Después de cada guerra
alguien tiene que limpiar.
No se van a ordenar solas las cosas,
digo yo.

Alguien debe echar los escombros
a la cuneta
para que puedan pasar
los carros llenos de cadáveres.

Alguien debe meterse
entre el barro, las cenizas,
los muelles de los sofás,
las astillas de cristal
y los trapos sangrientos.

Alguien tiene que arrastrar una viga
para apuntalar un muro,
alguien poner un vidrio en la ventana
y la puerta en sus goznes.

Eso de fotogénico tiene poco
y requiere años.
Todas las cámaras se han ido ya
a otra guerra.

A reconstruir puentes
y estaciones de nuevo.
Las mangas quedarán hechas jirones
de tanto arremangarse.

Alguien con la escoba en las manos
recordará todavía cómo fue.
Alguien escuchará
asintiendo con la cabeza en su sitio.
Pero a su alrededor
empezará a haber algunos
a quienes les aburra.

Todavía habrá quien a veces
encuentre entre hierbajos
argumentos mordidos por la herrumbre,
y los lleve al montón de la basura.

Aquellos que sabían
de qué iba aquí la cosa
tendrán que dejar su lugar
a los que saben poco.
Y menos que poco.
E incluso prácticamente nada.

En la hierba que cubra
causas y consecuencias
seguro que habrá alguien tumbado,
con una espiga entre los dientes,
mirando las nubes.

De "Fin y principio" 1993
Versión de Abel A. Murcia

Portarosa dijo...

Pues eso.

Una maravilla.

(Yo me siento un poco identificado con el de la espiga de la última estrofa, la verdad)

Un abrazo.

Jesús Miramón dijo...

Yo también me identifico con ese alguien tumbado sobre la hierba que oculta la huella de pasadas batallas y carnicerías, mirando las nubes con una espiga en la boca.

Un abrazo.

(Y ya no pondré más poemas de Szymborska, gran parte de sus poemas están en la red y, además, claro, los libros -pero muchos ya estaban agotados y ahora todavía se agotarán más)

andandos dijo...

Me está gustando tanto como a ti, aunque estás mucho más acostumbrado a leer poesía que yo. Ya hablaremos, pero tiene una manera de mirar el mundo, y de decirla, y esa manera me gusta mucho.

Un abrazo

Jesús Miramón dijo...

José Luis, es que al final, como hemos comentado tú y yo tantas veces, somos una mirada, un modo de decir, de ser, de fotografiar, de escribir. Somos una manera. Tenemos que quedar cualquier día de estos. Un abrazo.