Nunca imaginé que habría aprendido tan pocas cosas al hacerme mayor. Nunca imaginé que seguiría teniendo dudas y miedo, que no sería el hombre más fuerte del mundo. Ahora empiezo a comprender.
domingo, 27 de mayo de 2012
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24 comentarios:
Quizás eso sea una de las pocas cosas buenas de cumplir años: descubrir que todo es más sencillo de lo que parece. O que nosotros somos más listos de lo que jamás pensamos.
Hola, Jesús.
¡Querido Jesús...!
Bienvenida, Miss Honky. De que todo es más sencillo acabo de darme cuenta ahora mismo, cuando he salido a la terraza y he visto a los vencejos volando sobre los tejados de las casas, tan reales y verdaderos unos y otros.
Buenos días, José Luis. Ya he visto tu otro blog. Yo, como te comenté el otro día por teléfono, finalmente he regresado aquí. Tantos años lo habían convertido en un lugar hecho a mi medida, algo de lo que me di cuenta al comenzar de nuevo. Un abrazo.
¡Querido Porto! Ya ves, los años, además de haberme enseñado muchas menos cosas de las que imaginaba, me han convertido en una persona acomodaticia. En mi último comentario a la entrada anterior lo explico un poco. Espero que por tierras celtas tengáis fresco y hasta, con un poco de suerte, lluvia. Aquí el lunes promete ser caluroso. The summer is coming...
Ayer hizo la Comunión Paula, y llovió (no fue bienvenida, la lluvia; ayer, no). Hoy ha cambiado ya, aunque por la mañana el cielo parecía el mar, lleno de nubes pequeñas como espuma.
Me alegro mucho de tenerte aquí de nuevo.
Ay, Jesús! Todos seguimos teniendo dudas y miedos, aunque muchas veces los miedos cambian con los años.
Lo principal: me alegra muchísimo que vuelvas a nuestras queridas Cinco Estaciones.
Un abrazo fuerte
Pues fíjate que a mí el título de Cabo de Hornos me gustaba mucho...
Jesus. Me has hecho feliz con tu vuelta. Qué gran día!!
Bien, bien, bien!!
(con tanto blog apetecible noo sé cuando volveré a coger un libro. Empiezo a preocuparme).
Abrazote
Me alegro tanto de tu vuelta!!!
Es verdad, los miedos cambian con los años pero, sobre todo, te das cuenta de que lo que sentíamos cuando éramos jóvenes no era propiamente miedo sino sólo una aproximación al miedo. Un abrazo, Elvira (os echaba de menos).
Porto, a mí también me gustaba mucho y, de hecho, en Las cinco estaciones aparece mucho, el cabo de Horn os es uno de mis múltiples leit motiv o pequeñas obsesiones, pero Las cinco estaciones son como ese mueble confortable y cómodo que, al probar otro nuevo, descubres que no es posible sustituir. Un abrazo.
Bueno, anónimo o anónima, te lo agradezco mucho, estoy contento de haber cambiado de opinión y dejar atrás los límites que me había impuesto en un principio.
Y yo de que os alegréis tanto, Victoria, me siento abrumado. Muchas gracias.
¡Jesús! Me alegro muchísimo de leerte de nuevo, un abrazo fuerte!
Bienhallado.
Un abrazo, Epo (aunque no dejé comentarios -estaba mudo en aquellos días- me gustaron mucho tus últimos poemas).
Ya ves, Ángela, al final la mudanza se quedó en ida y regreso.
Jesus llego un dia tarde, pero mas vale tarde que nunca...No imagine que eras un hombre sin miedo, y si imagine que eras un hombre sensible.
Gracias por tu regreso, me has dado un buen regalo de cumpleaños, ayer 27 cumpli 40 y pocos.
Besos Jesus
Muchas felicidades, Rociolat (yo ayer veintiocho cumplí cuarenta y nueve). Besos.
Qué bien que has vuelto.
Se te echaba de menos. De vez en cuando miraba tu blog por si aparecías, y me encuentro con tu entrada.
Muchas gracias.
Gracias a ti, anónimo (o anónima).
besotes gordos por tus 49 años y yo aunque me pidan no dire que cumplo 4y algo no le digas a nadie, pliss!!!!.
Saludos
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