Este impulso de seguir,
de continuar adelante
sin pensarlo demasiado.
Tener hambre y sed cada día
a pesar de los banquetes,
cerrar los ojos cada noche,
abrirlos por la mañana.
Sentir tantas dudas que,
como el deseo,
nunca se apagan.
Qué ángeles ciegos, qué
felices zombis sin espejo,
macacos miopes, futuros
astronautas valientes.
domingo, 4 de enero de 2015
Felices zombis
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7 comentarios:
Jesús, ¿por qué estás tan enfadado?
¿Por qué me preguntas esto aquí? ¿Tiene que ver con el poema? ¿Con algún post anterior? ¿Don el blog recuperado?
Pero te contesto: no estoy enfadado. Sólo trato de comprender y continuar explorando con mis propias reglas.
Claro que si deduces de estos versos que estoy enfadado, estás, por supuesto, en todo tu derecho. No era esa mi intención, lo que significa que en tu caso fracasé. Es mi error. A veces sucede cuando escribimos.
Lo preguto aquí porque es tu blog. Tiene que ver con lo que escribes y como te percbo, nada más.
Vaya, no sé por qué pensé que me estabas preguntando aquí algo relativo a cosas que ayer dejé en Twitter (donde sí estaba -relativamente- enfadado). Te pido disculpas.
¡Qué alegria volver a leerte!
Gracias por los post y que este impensado 2015 sea un año bueno.
Nati
Gracias a ti, Nati, a mí también me da mucha alegría verte por aquí.
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