Siempre quedan unas últimas migas después del cansancio, cuando todo tu cuerpo te ruega que lo conduzcas en dirección a la cama, cuando tu cerebro te pide dormir y mezclarlo todo en los confusos sueños que lo limpiarán de lo innecesario. Siempre queda algo, y es esto: fui, soy. Nada más.
martes, 2 de mayo de 2017
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