Mañana fría de noviembre. ¿Es posible que ya estemos en la última semana? Mientras en el microondas se calienta la leche en la radio advierten de la llegada de una ola de temperaturas glaciales, con nevadas a partir de quinientos metros de altitud. La luz es gris en la calle, gris sobre los tejados de las casas, sobre los coches aparcados junto a la acera. El microondas hace clink.
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2 comentarios:
Esta mañana he estado en una oficina desde la que se veían los tejados de Madrid: del centro de Madrid, y el frío y la luz y el ruido detenido añadían magia a la vista. El clic del microondas llegó en forma de persona: Toma, esto es para vosotros.
Tu entrada me lo ha recordado.
Gracias por afinar sensibilidades.
Gracias a ti, Koldo. Las mañanas... oh, sí, las mañanas son siempre un misterio.
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