domingo, 1 de febrero de 2009

Posibilidades

Llueve copiosamente cuando llevo a Carlos a casa de su amigo. La luz de las cinco y media de la tarde es oscura y turbia. Tras asegurarme de que ha entrado en el portal conduzco de regreso. Para tan breve trayecto no me he cambiado de ropa y visto un viejo pantalón agujereado en la entrepierna, una camisa de cuello desgastado y una chaqueta de lana cubierta de pelotillas de borra. Si me pasara algo, un pequeño choque, cualquier cosa. Cuando yo era niño mi madre tenía en cuenta ese tipo de posibilidades, decía que siempre había que ir bien limpio y arreglado por si acaso uno tenía un accidente. Lo recuerdo mientras las escobillas del limpiaparabrisas baten el cristal una y otra vez, lo recuerdo, sonrío y conduzco con mucho, muchísimo cuidado.

2 comentarios:

Luis Rivera dijo...

Compostura popular de tiempos de escasez, Jesús. El orgullo de ir limpio al médico, el no mostrar las miserias. No era solamente cuestión de que la arruga no fuera bella, sino de una cierta medida de la dignidad vinculada a la apariencia.

Jesús Miramón dijo...

Hola, Luis, creo recordar que fue al actor Richard Gere a quien se le negó la entrada en unos grandes almacenes de Londres porque los guardias pensaron que era un vagabundo. Luego se deshicieron en disculpas, claro.