sábado, 2 de junio de 2012

Después del ensayo

Después del ensayo fuimos al Chanti a tomar una copa. Sentados alrededor de una de las mesas de su terraza disfrutamos de la frescura nocturna y la conversación amigable. Qué vivas sonaban nuestras voces y nuestras risas en la madrugada. Casi parecíamos a salvo.

10 comentarios:

Teresa A. dijo...

En ese instante, lo estábais...

Jesús Miramón dijo...

Es posible: era muy tarde, de madrugada, en un pueblo pequeño perdido en el mundo...

Epolenep dijo...

Otra cosa que echaba de menos: vuestros ensayos y el Chanti... esta palabra me suena ya a shangri-la...

Lo único que existe, creo, son estos instantes!

Jesús Miramón dijo...

¡Chanti-La! No está mal, nada mal.

Hace unos meses lo remozaron dejándolo muy bonito, su fachada pintada de negro parece la de un pub inglés o irlandés.

Elvira dijo...

Y además después de cantar con amigos se tiene el corazón ancho.

Un beso

Portarosa dijo...

¡¿Ahora hasta parece un pub irlandés?!
Más que nunca, tengo que ir.

Jesús Miramón dijo...

Ah, sí, Elvira, el corazón ancho, radiante y sediento...


¡Buen domingo!

Jesús Miramón dijo...

Bueno, Porto, lo parece por fuera, un poco. Tengo que hacer una fotografía para que lo veáis.

(Si sus propietarios supieran la publicidad que hago de su bar desde hace tantos años probablemente nos harían algún descuento los viernes, vamos, digo yo)

Ángela dijo...

¡Aaaahhh, cómo esperaba esta entrada!
Después del ensayo.
Todo está en su sitio.

Jesús Miramón dijo...

¿Todo está en su sitio?
Me gusta.