Después del ensayo fuimos al Chanti a tomar una copa. Sentados alrededor de una de las mesas de su terraza disfrutamos de la frescura nocturna y la conversación amigable. Qué vivas sonaban nuestras voces y nuestras risas en la madrugada. Casi parecíamos a salvo.
sábado, 2 de junio de 2012
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10 comentarios:
En ese instante, lo estábais...
Es posible: era muy tarde, de madrugada, en un pueblo pequeño perdido en el mundo...
Otra cosa que echaba de menos: vuestros ensayos y el Chanti... esta palabra me suena ya a shangri-la...
Lo único que existe, creo, son estos instantes!
¡Chanti-La! No está mal, nada mal.
Hace unos meses lo remozaron dejándolo muy bonito, su fachada pintada de negro parece la de un pub inglés o irlandés.
Y además después de cantar con amigos se tiene el corazón ancho.
Un beso
¡¿Ahora hasta parece un pub irlandés?!
Más que nunca, tengo que ir.
Ah, sí, Elvira, el corazón ancho, radiante y sediento...
¡Buen domingo!
Bueno, Porto, lo parece por fuera, un poco. Tengo que hacer una fotografía para que lo veáis.
(Si sus propietarios supieran la publicidad que hago de su bar desde hace tantos años probablemente nos harían algún descuento los viernes, vamos, digo yo)
¡Aaaahhh, cómo esperaba esta entrada!
Después del ensayo.
Todo está en su sitio.
¿Todo está en su sitio?
Me gusta.
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