Por la mañana Maite y yo hemos dejado atrás el aparcamiento del cementerio de Barbastro rebosante de coches y nos hemos dirigido hacia nuestro habitual paseo junto al canal. Una hora. Seis kilómetros. Nada del otro mundo pero sí del nuestro.
Ni mamíferos ni reptiles, sólo aves: lavanderas junto al curso de agua, gorriones, cuervos, tórtolas de vuelo ruidoso entre las ramas de los árboles, rapaces que no sé identificar pero debería estudiar para poder hacerlo. Durante el camino huellas de jabalíes en las zonas de barro y, a su lado, las pequeñas huellas de los mustélidos nocturnos, pequeñas como las de los gatos. Cagarrutas rebosantes de bayas de enebro. Bellotas maduras a lo largo de todo el recorrido. Moras diminutas y secas en zarzales aparentemente muertos que resucitarán a finales del próximo verano.
De regreso a casa y al vermut de cervezas y mejillones en escabeche he pensado en la posibilidad real de dejarme llevar como la rama que flota.
martes, 1 de noviembre de 2016
Huellas
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8 comentarios:
Magnífico. Todo. Un beso
PD: Con tu frase final me has recordado lo que los chinos llaman Wu wei.
Wikipedia: Wu wei (en chino "No Acción"; tradicional: 無為; simplificado: 无为; pinyin: wúwéi ) describe un importante aspecto de la filosofía taoísta y política en el cual la forma más adecuada de gobernar es no actuar (forzar), si bien se hace mucho énfasis en la literatura taoísta que no es lo mismo no actuar que no hacer nada.
¿En qué corriente?
Elvira, ignoro absolutamente todo sobre la filosofía taoísta, pero te envío un beso muy fuerte.
Porto, ¿en qué río va a ser? En el de Manrique.
Bueno, si te dejaras llevar llegarías hasta el delta, creo, donde podrías embarcar en la "Princesa del Delta" que te llevaría hasta mar abierto. Estuvimos en junio, debía ser, en una playa de allí muy parecida a las playas de hace muchos años: la gente yendo y viniendo de una punta a la otra, ningún servicio, ninguna autoridad.
Un abrazo a los dos
Una abrazo a Maite y a ti, quería decir, aunque pensándolo mejor, otro para Elvira y Portorosa.
Otro para ti, José Luis!
Un abrazo muy muy grande, José Luis. Un abrazo a Porto y a Elvira y a todos los amigos que siguen pasándose por aquí de vez en cuando. Mi única ambición es dar testimonio (Así era yo, si este pasado alguna vez ocurrió). Vivir y contemplar. Un árbol que crece y el murmullo de sus hojas: con eso tengo más que suficiente. Y el amor.
No es poco.
Abrazos a diestro y siniestro.
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