El día queda atrás. Hace rato que debería dormir pero no quiero, no quiero, no quiero. Tengo sueño y no quiero dormir porque presiento que mi vida no durará mucho. Lo siento en mis huesos pero no se lo he dicho ni se lo diré a nadie. Aunque no sé qué diferencia exacta existe entre estar dormido y despierto salvo cuando escucho música. Cuando escucho música, como ahora mismo, sé que estoy efectivamente despierto. También cuando siento en la piel el aire templado del ventilador que gira mecánicamente en la habitación. Agosto termina y se acerca otra cosa a pesar de las mascarillas, a pesar de la pandemia, a pesar de nuestra fugacidad se acerca otra cosa. Otra cosa.
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2 comentarios:
Quedo sobrecogido (no quiero inmiscuirme, pero tenía que decírtelo, una sensación o un sentimiento son también expresiones, lenguajes)
Un abrazo y gracias de corazón, Fackel. Son días jodidos pero mis días jodidos son una gota en el océano del mundo, y lo sé.
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