Que el mundo esté al revés no me sorprende porque yo siempre me he sentido al revés del mundo. Nieva en plena primavera en media España, una guerra europea resucita atrocidades que algunos habían olvidado. Pero debo acostarme porque mañana volveré a prostituir mi inteligencia y mi memoria legislativa, y mis emociones también. Mis emociones. Mis sentimientos. Inevitablemente.
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2 comentarios:
Durante gran parte de mi vida me he considerado también al revés del mundo. Los años me dicen: ingenuo, como mucho eres paralelo y a la contra de verdad de verdad nadie está nunca. Esta afirmación exigiría su desarrollo, ya lo sé, pero te he entendido y he hecho mi propio paralelismo (y no acabo de renunciar a estar a la contra de muchas cosas)
Estoy absolutamente de acuerdo contigo: me dejo llevar pero es exactamente como tú dices. De hecho es posible que sea imposible científicamente ser al revés del mundo. Otra cosa es sentirse, pero ya sabemos que los sentimientos son la enfermedad de nuestra especie. Yo también te he entendido. Un abrazo.
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