lunes, 14 de agosto de 2023

Oportunidad

Yo deseo suavidad, yo quiero cariño, paciencia, yo deseo dulce curiosidad de ida y vuelta. Y mientras tanto el verano mantiene su embestida de escarabajo estercolero, el dios Ra, el que muere y resucita.

Yo no resucitaré. Cuando muera ni siquiera habré nacido. Todo esto es muy extraño o, como diría la juventud de hoy: muy random.

Pero lo sabemos: somos un atisbo, el vistazo de un segundo en la inmensidad oscura. Y no hay mucho más que hablar. Bueno, sí, nuestro presente: la suavidad, el cariño, la paciencia, la curiosidad, la exploración esperanzada, el amor cotidiano, los placeres tontos, la ilusión. Todo está bien, todo está mal, y nada existe. Pero respiro, tú respiras, respiramos.

2 comentarios:

Fackel dijo...

Incluso la risa incluiría yo en nuestro acervo personal. Sin ella una sombra seríamos.

Jesús Miramón dijo...

La risa es más sagrada que el escarabajo estercolero, más sagrada que todos los dioses, la risa es uno de los milagros más insólitos y maravillosos de nuestra existencia. Es verdad, tienes razón: sin ella ni siquiera seríamos una sombra.