martes, 13 de octubre de 2009

Galletas

Por la mañana salgo a la galería para tirar a la basura los restos de la preparación de los bocadillos de mi familia. En el paisaje todavía oscuro la ventana de una cocina del edificio de enfrente, potentemente iluminada, brilla como el escenario de una pantalla de cine. Allí una joven dispone un mantel individual de color naranja en la mesa de madera, y sobre él un tazón de color azul, y al lado, cuidadosamente, un plato con galletas. A continuación se sienta, la espalda bien apoyada en el respaldo de la silla, y procede a desayunar lenta y meticulosamente uniendo dos o tres galletas, ablandándolas en el café con leche y, acercando la boca a la taza, comiéndolas de dos mordiscos. Cuando termina se levanta y recoge las cosas: las galletas en un armario, el mantel en un cajón, la taza, el plato y la cucharilla en el lavaplatos. Al salir de la cocina apaga la luz y la fachada queda envuelta en sombras. Sobre el tejado del edificio el cielo comienza a clarear débilmente.

lunes, 12 de octubre de 2009

Ojos pequeños

El hecho es que jamás imaginé que me convertiría en el hombre que soy. Que me haría tan grande, que pesaría tantos kilos, que tendría tantas canas. Me miro en el espejo y no me reconozco. ¿Esconden alguna verdad esos ojos pequeños en el rostro tumefacto?

viernes, 9 de octubre de 2009

Cuarentena

Cuando caí enfermo de gripe, algo relativamente previsible teniendo en cuenta mi trabajo, decidí ponerme en cuarentena y mudarme al dormitorio de invitados de la buhardilla. Allí he pasado los tres últimos días, calenturiento y pasivo espectador del funcionamiento autónomo de mi organismo. Siempre me ha fascinado la distancia que existe entre nuestro pensamiento y nuestro cuerpo: mientras yo bebía litros de agua, dormitaba de día y leía de noche, mi sistema inmune, imperturbable y ajeno a los sentimientos, combatía con éxito contra el virus que se había infiltrado en mis células.

El verano no termina de acabar, sigue haciendo calor, las plantas florecen una y otra vez, los insectos van de aquí para allá sin saber a qué atenerse, quienes se precipitaron a cambiar la ropa de los armarios han tenido que volver a sacar las camisetas de manga corta. Yo no le digo nada a nadie, pero en mi interior siento un poco de miedo.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Que mi cuerpo luche

Dos días postrado en la cama con gripe. No recordaba lo mal que se pasa. Escalofríos, dolor de huesos, de cabeza, de garganta, debilidad, mareos. Duermo, me despierto y vuelvo a dormir. El tiempo adquiere otra densidad. Me ducho y a los pocos minutos ya estoy sudando otra vez. No puedo hacer nada salvo dejar que mi cuerpo luche.

domingo, 4 de octubre de 2009

Escardar

Escribir es como cultivar un huerto: a veces hay que podar y escardar. Es el único modo.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Opulencia

Los agujeros de mi vieja, suave, preferida camiseta azul de algodón. Media calabaza del huerto de un amigo asándose en el horno con aceite, sal y pimienta. La palmada de mi mujer en el culo al pasar detrás de mí. El enérgico comienzo del tercer concierto de Brandemburgo. Un whisky con hielo, ni el más caro ni el más barato. Esta inesperada y absurda sensación, clara, sencilla, de que el tiempo me pertenece.

sábado, 19 de septiembre de 2009

La salamanquesa

Me has sorprendido aquí, entre el hibisco y la madreselva. Yo, guiada por un instinto millones de años más antiguo que el tuyo, me he quedado quieta, inmóvil, confiando en pasar inadvertida. Tú te has acercado lentamente hasta detenerte a una distancia prudencial, te has puesto en cuclillas para observarme mejor e, ignorando que soy un animal, has dicho: «Hola, pequeña». ¿Estás loco? ¿Acaso piensas que puedo comprenderte?

Después del ensayo

Después del ensayo con el coro vamos a tomar una copa en el Chanti. La terraza del bar está desierta y en su interior sólo hay seis o siete parroquianos. El frío que a mí me hace feliz espanta a la mayoría de la clientela.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Matinal

Las noticias en la radio de la cocina. El murmullo de las cañerías cuando se abren las duchas. El secador de cabello de Paula. El ruido del papel de aluminio al rasgarlo sobre el borde dentado de su caja de cartón. El clink del microondas. Anoche, por primera vez en dos meses, llovió durante varias horas. La luz ha cambiado.