sábado, 13 de octubre de 2012

Sin regresar

Cruzando a pie Zaragoza
el día del Pilar
camino de la casa de mis padres,
cruzando a pie las calles
pobladas de acacias y plátanos
cuyas hojas comienzan a caer,
cruzando a pie esta ciudad
que fue mía y probablemente
vuelva a serlo pronto

algo hizo clik
dentro de mí.

Oh, por aquellas calles fui y vine
tantas veces, primero hacia el colegio
de los padres Dominicos, después
tras haber besado a una chica
en el portal de su casa,
al otro extremo de la ciudad.

Una vida no es vida sin renovación, sin cambio,
me dijeron ayer, y es verdad.
Una vida no es vida, pensé, sin regresar.

viernes, 12 de octubre de 2012

El agua del río

Conduzco hasta la estación de autobuses.
Otras personas esperan
en el interior de sus vehículos
a alguien que llegará desde Barcelona.
Esta cálida noche de octubre
nos iguala a todos.  Ella tenía razón,
no podemos detener
el agua del río
con nuestras manos desnudas.

martes, 9 de octubre de 2012

Gaviotas y mirlos

Un pájaro grazna en la noche
fuera de mi casa.  Su sonido
me hace pensar en la mezcla de
una gaviota pequeña y un mirlo.
Después suenan las campanas de la iglesia.
Qué lejos queda el mar, qué lejos
las montañas.  Qué lejos lo que
me trajo aquí y ya no recuerdo.

sábado, 6 de octubre de 2012

Después del ensayo

Después del ensayo acudimos al garaje de Aurora, donde desde hacía horas amigos y familiares celebraban su última noche de soltera. Aurora es compañera del coro y mañana cantaremos en su boda, lo mismo que hicimos el año pasado para su hermana Nuria, también soprano de la coral. Me gusta mucho cantar en este tipo de celebraciones donde la música es un regalo.

Pero la música siempre es un regalo. Durante el ensayo mi mente se recuperó de un día terrible: a media mañana sufrí una crisis que me expulsó del trabajo cuando más personas estaban esperando. Temblor, vértigo, palpitaciones, los síntomas ya conocidos. Nunca pensé que mi mente, es decir, yo mismo, podría hacerme daño, y esto es algo que me está costando aceptar.

Pero la música siempre es un regalo, es cierto. Durante el ensayo, concentrado en las partituras, en mi directora, en mis compañeros, la ansiedad fue desapareciendo poco a poco, vencida temporalmente por el placer, la alegría y las emociones positivas.  La música es un regalo y un bálsamo.

jueves, 4 de octubre de 2012

Irrepetible

Las ocho de la mañana. Recuerda que nunca existió ni existirá un día como el de hoy. Todo es irrepetible.

sábado, 29 de septiembre de 2012

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Heridas de guerra

Es un hombre flaco de cabello rizado, rasgos suaves y ojos tan expresivos que parecen maquillados. Desde primera hora de la mañana deambula por Barbastro hablando solo, siempre solo. A veces se asoma a nuestra agencia, se encoge de hombros, agita los brazos, masculla algunas palabras incomprensibles y se va. El otro día un compatriota suyo que le conocía me dijo que se trataba de una persona muy enferma, me contó que a veces entraba en la mezquita y gritaba que todos los hombres son malos, unos asesinos. «Él fue soldado en la guerra y vio cosas feas, cosas que nadie debería ver, cosas que le volvieron loco», me contó.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Ya nos conocíamos

Fue toda una experiencia ver a Giovanni esperando en la puerta del Chanti el sábado por la tarde. Giovanni y Aafke y José Luis e Isabel. Me aproximé a ellos absolutamente emocionado, conmovido, nervioso, y unos segundos más tarde fue como si aquellos amigos holandeses y yo nos conociésemos de toda la vida. Así es este territorio mágico de la red. Se lo dije a Giovanni mientras nos sentábamos ante una de las mesas donde repongo fuerzas cada viernes después del ensayo: "Ya nos conocíamos".

viernes, 21 de septiembre de 2012

La inminencia

El verano se resiste inútilmente con estos días cálidos. ¿No sientes en el aire un temblor, cierta inquietud anhelante donde se mezclan la nostalgia y la esperanza? Es la inminencia, la frontera, la curva de la carretera tras la cual aparecerá el mar. Yo siempre me sentí cómodo allí.

martes, 18 de septiembre de 2012

Tan tonto

Los dos pequeños murciélagos vuelan juntos de un extremo a otro de la calle iluminada por las farolas. Más arriba no se ve una sola estrella en el cielo cubierto de nubes oscuras. Respiro. No siento pena ni alegría, sólo respiro. Por la mañana los feriantes ya habían desmontado sus instalaciones y emprendido camino rumbo a las fiestas de Monzón, a diez kilómetros de distancia. Respiro y siento que casi todo es tan tonto, tan banal, tan absurdo. Todavía no ha llegado el frío de verdad, el frío que me convertirá en una persona. Busco a la salamanquesa en la terraza pero esta noche no se deja ver. Ella también respira, también consume su oportunidad. La plaza junto a la Residencia de día está desierta, ya no se escuchan grupos de jóvenes haciendo botellón y fumando porros. El verano ha terminado.