Después del ensayo acudimos al garaje de Aurora, donde desde hacía horas amigos y familiares celebraban su última noche de soltera. Aurora es compañera del coro y mañana cantaremos en su boda, lo mismo que hicimos el año pasado para su hermana Nuria, también soprano de la coral. Me gusta mucho cantar en este tipo de celebraciones donde la música es un regalo.
Pero la música siempre es un regalo. Durante el ensayo mi mente se recuperó de un día terrible: a media mañana sufrí una crisis que me expulsó del trabajo cuando más personas estaban esperando. Temblor, vértigo, palpitaciones, los síntomas ya conocidos. Nunca pensé que mi mente, es decir, yo mismo, podría hacerme daño, y esto es algo que me está costando aceptar.
Pero la música siempre es un regalo, es cierto. Durante el ensayo, concentrado en las partituras, en mi directora, en mis compañeros, la ansiedad fue desapareciendo poco a poco, vencida temporalmente por el placer, la alegría y las emociones positivas. La música es un regalo y un bálsamo.
sábado, 6 de octubre de 2012
Después del ensayo
Anotado por Jesús Miramón a las 01:00 | Después del ensayo , Diario
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20 comentarios:
Lo siento y me alegro respectivamente. Ay, Jesús, ciertas cosas cuestan mucho de aceptar. Besos y abrazos
Mucho ánimo.
He estado aqui y te he leido.
Un beso
..y que sepas que te voy a poner de gancho en mi campaña electoral..XD
La música cura.
Un abrazo
así que esta es la casa de jesús miramón! vine de la mano de giovanni. cantás en un coro? la música es bálsamo, como bien decís.
me alegra conocerte, espero que estés mejor.
abrazo*
Sí, Elvira, hay cosas que cuesta aceptar pero, tú lo sabes mejor que yo, vivir -explorar, continuar- también es esto. Un beso muy fuerte.
He estado aquí y te he leído. Caray, Moli, me encanta ese comentario. He estado aquí y te he leído. Me gusta, me gusta mucho. Gracias. Un beso.
Sobre tu segundo comentario sólo tengo una cosa que teclear: grrrrrrrrr... XD
Otro beso.
Desde luego que cura. A mí me salva casi cada día. Me salva escucharla pero, sobre todo, me salva cantarla. Un abrazo fuerte, Giovanni.
Hola, Silvia, como te dije en casa de Giovanni, esta es tu casa y te doy la bienvenida. Sí, canto en un coro desde hace once o doce años. Me apasiona, me hace feliz, me satisface, logra que me sienta mejor, no sé, yo recomendaría a todo el mundo cantar en un coro. Yo creo que hoy estoy mejor porque he cantado con otras personas entre las cuales hay algunas que son muy amigas mías.
Un beso.
Jesús, si hace falta vete a ensayar todos los días, pero esas crisis hay que superarlas.
Piensa más y preocúpate menos.
Un abrazo.
Paco, en realidad tengo que pensar menos para preocuparme menos. Claro que eso es fácil de decir y muy difícil de hacer.
Me entero ahora de lo de las crisis; en su día no lo leí.
Lo siento, Jesús. Espero que no se repita demasiado y sea algo pasajero que acabe desapareciendo.
¿Un adolescente muy adolescente? Vaya con C, qué cosas, da mucho que pensar.
Un fuerte abrazo.
Bueno, querido Porto, son cosas que pasan, jodidos y difíciles Cabos de Hornos que de pronto se interponen en nuestro rumbo y hemos de atravesar y -eso espero- dejar atrás.
Un abrazo.
Seguro, seguro que sí, Jesús.
Suerte; paciencia, tranquilidad y suerte. Y al deseártela me la deseo también a mí, lo confieso.
Otro abrazo.
Yo tampoco leí en su momento lo que hoy nos has recordado, y la verdad, Jesús, no sabes cómo siento esos momentos. Pero dejarán de pasar, estoy segura. La música es reparadora, potenciadora, lo es todo y me gusta que encuentres en ella una forma de terapia. Así que, como Elvira, lo siento y me alegro respectivamente.
Un beso bien grande!!
La música y el cariño de los amigos, Elisa.
Un beso y gracias.
Tampoco lo leí el 14 de septiembre. Últimamente me he alejado de (muchos de) los blogs, por cuestiones personales que me han dejado sin tiempo, y casi solo visito, compulsivamente, aquellos en los que "discuto" de política. Como para relajarme "chinchando".
Siento que te pase eso, y me alegro de que hayas encontrado una cura así.
Gracias, Nan.
(Debe de ser cosa de los temperamentos pero yo soy incapaz de relajarme chinchando, y menos si es de política)
Querido Jesús, cuídate. Sé de qué hablas. Demasiado bien.
La música es una bendición curativa.
Besos!!
¡En ello estamos, Menuda, gracias! Un besico.
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