viernes, 15 de septiembre de 2023

O vacas

Se instala la noche y
no sé si irme a dormir o
salir al campo recién llovido
para pasear como
un fantasma.

La muerte me rodea
en forma de
un grupo de lobos, o
leones, o vacas.

Llovió un poco.

Eso sé.

jueves, 14 de septiembre de 2023

Mil doscientos

Llueve en todas partes, a menudo demasiado y de modo desastroso, menos aquí. Pasan los días y el otoño se huele en el aire. Sigo vivo. Iba a escribir que más o menos pero no: en este caso o se está vivo o se está muerto, y un muerto no puede escribir un diario, al menos en este mundo extraño.

Leí que hace casi un millón de años mi especie estuvo a punto de extinguirse, que sólo habitábamos este planeta unas mil doscientas personas. Todos nosotros provenimos de aquellos pequeños grupos que sobrevivieron.

Por alguna razón leer esa noticia no me sorprendió enormemente: me fascinó, eso sí (vale, de acuerdo, a mí me fascina casi todo). Y no me sorprendió porque, por alguna razón que no soy capaz de articular, desde que era muy, muy joven, tuve o sentí la consciencia de que el azar rige el mundo.

Nuestros antepasados sobrevivieron a acontecimientos climáticos o geológicos; otras especies humanas, como los neandertales, no lo hicieron. Hubiera podido suceder al revés.

Somos supervivientes, y tal vez lo seamos durante algunos miles o millones de años más. Vivimos una novela, un relato, un poema, que todavía no ha terminado.

viernes, 8 de septiembre de 2023

Como perder una muela

He olvidado escribir, ya sea de manera prosaica o poética.

Vivo día a día con mis debilidades, mis asombros, y nada más.

He perdido el instinto de formular lo que me sucede, he perdido el instinto de articular mi pensamiento de un modo aproximadamente comprensible.

Pero es como perder una muela: uno se acostumbra a ello y puede ser feliz sin ella.

miércoles, 16 de agosto de 2023

No parece

Hace mucho calor y
ha empezado a llover.

Llueve tan poco que
no parece que llueve.

Tengo la sensación de que
la vida
es exactamente así.

lunes, 14 de agosto de 2023

Oportunidad

Yo deseo suavidad, yo quiero cariño, paciencia, yo deseo dulce curiosidad de ida y vuelta. Y mientras tanto el verano mantiene su embestida de escarabajo estercolero, el dios Ra, el que muere y resucita.

Yo no resucitaré. Cuando muera ni siquiera habré nacido. Todo esto es muy extraño o, como diría la juventud de hoy: muy random.

Pero lo sabemos: somos un atisbo, el vistazo de un segundo en la inmensidad oscura. Y no hay mucho más que hablar. Bueno, sí, nuestro presente: la suavidad, el cariño, la paciencia, la curiosidad, la exploración esperanzada, el amor cotidiano, los placeres tontos, la ilusión. Todo está bien, todo está mal, y nada existe. Pero respiro, tú respiras, respiramos.

viernes, 4 de agosto de 2023

Religión

Continúo en el río. Estoy vivo: cada día amanece. El calor bestial, marciano, inhumano, ha descendido desde ayer, aunque regresará, según los pronósticos. Añoro el invierno, el vapor de humo en mi boca al respirar en la acera de la calle por la mañana. Quienes me conocen lo saben: el frío es mi religión, mi única religión. Todo lo demás es sufrimiento y aceptación, resignación, rendición. El frío me comprende y yo a él. Es absurdo, lo sé; un invento ridículo, lo sé; no tiene ningún sentido racional, lo sé: por todo eso digo que es mi religión.

sábado, 29 de julio de 2023

Cultura

No estoy seguro de saber si siento cansancio o serenidad. Escribo en Zaragoza, a las doce menos cuarto de la noche, y pienso en la domesticación, se me acaba de ocurrir que la domesticación, sobre todo la que nos afecta a nosotros mismos, se nutre del cansancio y la aceptación, de la serenidad.

Somos animales domesticados a través de la cultura, los usos y costumbres, las necesidades colectivas, nuestra propia evolución selvática. Por eso podemos compartir un tranvía o un autobús sin asesinarnos inmediatamente unos a otros.

Procuro explorar y aprender algo de todo esto que me ha sido dado sin haberlo solicitado, lo mismo que les ocurre y ocurrirá a mis hijos. Toda esta experiencia nuestra en este planeta, en este momento de la historia geológica o histórica, no tiene ningún sentido, es absurda. Pero es, y nos sucede personalmente.

Luego están el amor, los sentimientos, el sexo, la compasión, la maldad, la bondad, todo eso.

viernes, 21 de julio de 2023

Alaska

Ha descendido la temperatura, pero como era tan alta, tan loca, apenas lo noto ahora. Escribo con las hélices del ventilador girando hacia mi cabeza, moviendo el aire de una Alaska inexistente porque yo siempre asocio los ventiladores a las avionetas. Cosas de mi cabeza. Mi vida continúa. Cada día soy un poco más tonto que el anterior.

lunes, 17 de julio de 2023

Sé que

He escrito tantas veces
sobre el sufrimiento
que me produce
el calor que sé,
sin ningún género de duda,
que me estoy repitiendo.

No pasa nada,tengo
sesenta años, sé que
todo se repite, siempre.

martes, 11 de julio de 2023

Plumero

He visto, nervioso e incómodo, un debate electoral en televisión. El próximo 23 de julio votamos gobierno en España. El debate ha sido bochornoso pero, como adulto de sesenta años de edad, quiero pensar que todos sabemos qué modelo, ya no de país sino de mundo entero, queremos. Yo quiero un lugar que amplíe derechos, que respete las diferencias, que tenga y actúe con empatía y solidaridad y compasión hacia todos los seres humanos.

Entiendo que cualquier persona alfabetizada sabe, en el paisaje que nos rodea, quién es homófobo, racista, machista, clasista; no me cabe duda de eso, aunque tampoco de que existan seres humanos que voten esas opciones inhumanas y crueles.

En cuestión de derechos nadie obliga a nadie: nadie está obligado a abortar, a divorciarse, a casarse con alguien de su mismo sexo, nadie está obligado a acogerse a la ley de eutanasia que permite una muerte digna, nadie está obligado a nada; en cuestión de derechos existen ideologías que quieren impedir esas libertades y obligar a otras personas a no ver una película de dibujos animados donde se besan dos mujeres, existen personas que quieren imponer su moral al resto de la población, como sucede con los estados religiosos, por ejemplo.

Me siento incapaz de comprender que alguien pueda votar a partidos políticos que, en vez de ensanchar, estrechan; que en vez de ampliar opciones, las limitan en todos los ámbitos, incluso en los colegios.

Sí, sé que se me ve el plumero y no me importa: soy de izquierda, lo he sido toda mi vida; soy progresista, y haré todo lo posible -es decir, votar- para impedir que mi país sea gobernado por la derecha que tenemos aquí, en este momento, ahora mismo.