Ha descendido la temperatura, pero como era tan alta, tan loca, apenas lo noto ahora. Escribo con las hélices del ventilador girando hacia mi cabeza, moviendo el aire de una Alaska inexistente porque yo siempre asocio los ventiladores a las avionetas. Cosas de mi cabeza. Mi vida continúa. Cada día soy un poco más tonto que el anterior.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Sin comentarios
Publicar un comentario