La columna está formada por hormigas muy pequeñas y mide tres o cuatro metros de longitud. Comienza en el quicio de la puerta que da al exterior, prosigue junto a la pared, bordea tres librerías de madera y después se expande en pequeños grupos de reconocimiento por el centro de la sala. Observo durante un rato sus movimientos, maravillado ante tan extraña inteligencia, y a continuación rocío la zona con aerosol venenoso. Es tan potente que los insectos mueren casi en el acto. En pocos segundos todo ha terminado.
viernes, 13 de abril de 2007
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2 comentarios:
Pobres, no tuvieron ninguna oportunidad, me quedo pensando y...no me gusta
Extraña inteligencia, si
Saludos
A mí tampoco me gustó, e-catarsis.
Un saludo.
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