Ayer soñé con V., un amigo del pasado. Caminábamos por un mercadillo seguidos de cerca por un grupo de niños desharrapados. Al pasar junto a un puesto de sombreros V. se detenía, compraba varios modelos de distintas formas y colores, y a continuación los repartía entre los chiquillos, quienes, entusiasmados, se alejaban dando saltos y gritos.
Hoy he soñado con otros amigos, también del pasado. En el sueño Zaragoza era una ciudad en ruinas. J. y K. venían a buscarme a casa de mis padres. En el edificio ya no existía el ascensor y la escalera había quedado expuesta a la intemperie como si la hubiesen bombardeado, así que mientras bajaba a la calle saltando los peldaños de cuatro en cuatro podía sentir en el rostro el aire de la mañana. Después los tres paseábamos entre callejuelas estrechas de paredes de piedra. En el sueño yo era capaz de percibir, casi físicamente, el tenue menosprecio que J. sentía hacía mí, y tenía ganas de preguntarle a qué se debía y avisarle de que cuando fuésemos adultos esa displicencia sería causa de nuestra ruptura definitiva, pero, no sé por qué, me mantenía en silencio. Había mucha gente en las tabernas del barrio marinero, el ambiente era de fiesta, incluso creo recordar guirnaldas y banderines colgando entre las fachadas, cuando de pronto me encontré solo en una ciudad que ya no era Zaragoza sino San Sebastián. La memoria del sueño se esfuma lentamente mientras busco el rumbo que me lleve al antiguo acuario y su esqueleto de ballena.
martes, 15 de mayo de 2007
Esqueletos
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5 comentarios:
Hola Jesús:
hace unos días caí por tu blog y me encantó. Pensé que te había dejado un comentario en Placas Tectónicas, pero solo debí pensarlo porque lo he buscado y no lo encuentro.
¿Vives en Zaragoza? Es una ciudad a la que voy bastante, aunque no con regularidad. Me encanta la fuente de la pareja bajo un paraguas....
Me gusta mucho lo que escribes y cómo lo escribes. Te voy a poner como enlace y así no tengo que buscarte.
Gracias por tu visita a mi blog.
Un saludo desde la Enterrpise.
Hola, Hipatia,
viví allí durante mi infancia y mi juventud. Ahora vivo en un pueblo de la provincia de Huesca.
Un saludo :-)
(Ah, y no, no llegó ningún comentario a las placas tectónicas)
Pues qué casualidad, mi marido trabaja en Huesca y tiene que ir allí dos veces al mes.
Hace dos meses estuvimos dando vueltas por zonas de campo, al norte de la capital, para buscar un terreno o una casa, con la idea (todavía en el horno) de mudarnos.
Es una provincia precisosa, con muchos almendros...
Saludos desde un púlsar.
Hola Jesús:
Que increíbles los sueños que nos devuelven pasados.
Hay gente en Zaragoza que se acuerda de ti y sigue sin comprender ...
Un saludo
Tono, seas quien seas juegas con ventaja: tú pareces conocerme pero yo no sé quién eres, así que difícilmente puedo imaginar qué habría que comprender.
En cualquier caso aquí mismo, a la derecha, está disponible mi dirección de correo para cualquiera que desee ponerse en contacto conmigo.
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