Siempre he pensado que escribir consiste en formular el pensamiento, y esta posibilidad sirve lo mismo para una lista de la compra que para un poema, un ensayo o una novela. El pensamiento (la memoria, la imaginación) es ininteligible en sí mismo, pero con la escritura podemos enfocarlo, ordenarlo, transformarlo en un huerto.
También: del mismo modo que a todos los seres humanos nos gusta escuchar el ruido de la lluvia, el del mar llegando a la playa o el del fuego crepitando en la leña, igualmente nos gusta oír el que hace nuestro cerebro, se parezca a una manada de búfalos golpeando el suelo en estampida o al arroyo cristalino que desciende de la nieve entre las piedras.
lunes, 7 de mayo de 2007
Escribir
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2 comentarios:
Este texto nació ayer como un comentario en el blog de Luis Rivera "En el bosque" (hay un enlace directo aquí mismo a la derecha), a quien aprovecho para enviar un abrazo.
Que vengo a devolverte con el placer que da entrar en este sitio calno y tranquilo.
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