jueves, 25 de diciembre de 2008

Frío en la calle

Me siento muy afortunado de que mis padres vivan. Sé que, como la de mis hijos, se trata de una fortuna pasajera, así que las ocasiones en que nos reunimos trato de disfrutar conscientemente de ella. Preparo unos hermosos gambones a la plancha, mamá fríe en la sartén empanadillas caseras, papá, Maite y los chicos entran y salen de la cocina llevando cosas a la mesa del salón. Afuera, al otro lado del cristal empañado de la galería, los tejados conservan la blancura de la niebla escarchada. Doy la vuelta a los gambones, los espolvoreo de sal gorda, los salpico de aceite de oliva. Ya está puesta la mesa, dice alguien, ¿qué champán saco? ¡El de la terraza está más fresco que el del frigorífico! Y es verdad: hace mucho, muchísimo frío en la calle, el pueblo entero está helado. Nuestros corazones no.

2 comentarios:

Portarosa dijo...

Espero que lo hayáis pasado muy bien.

La casa parece preciosa.

Felices fiestas, Jesús. Un abrazo.

Jesús Miramón dijo...

Felices fiestas, Porto, pasamos una nochebuena y una navidad muy tranquilas y agradables con mis padres en Binéfar. Mañana temprano salimos rumbo a Asturias para reunirnos con todos los demás. Un abrazo y feliz año 2009.