Día de votaciones europeas. Se da la circunstancia de que mi colegio electoral está en la misma calle y el mismo número que mi casa, es decir, a un metro de distancia de mi portal. El presidente de la mesa es un compañero de M., un hombre de quien tenía una idea equivocada antes de conocerle personalmente: yo confundía su timidez con arrogancia, algo que suele suceder, y resultó ser un tipo muy simpático e interesante. Después de votar camino hacia la tienda de la esquina, uno de esos lugares que abren todos los días del año y venden periódicos, revistas, pan recién hecho, alimentos básicos, hielo y chucherías. El tiempo ha refrescado desde la tormenta del viernes. ¡Ojalá hiciese esta temperatura todo el verano! Compro los periódicos, cuatro cervezas Estrella frías y dos barras de pan. De regreso a casa vuelvo a pasar delante del colegio electoral. Una antigua maestra de mi hija sale del edificio en ese momento y nos saludamos. Sobre nosotros vuelan los pájaros de los nidos de mi alero, y más arriba los aviones que dejan estelas blancas en el cielo, y más arriba la solitaria estación espacial girando alrededor de nuestro pequeño mundo, y más arriba otros planetas, otros sistemas, galaxias, nebulosas, más arriba.
domingo, 7 de junio de 2009
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8 comentarios:
Qué suerte estar en una de esos puntos del espacio interminable donde se puede comprar pan recién hecho y cervezas frías todo el año
Pues sí, sí que es una suerte con lo grande e infinito que es el cosmos, ¡pero es que además cierra a las doce de la noche!
Mira, visto así, nuestras elecciones son casi nada.
Esperemos que sean para algo.
bsos.
Estas elecciones son importantes para nuestra colmena porque su resultado va a regular muchos de los asuntos que nos afectan diariamente. Se trata de elegir cómo nos gustaría convivir, qué colmena y qué futuro queremos, sin olvidar nunca lo que somos en realidad.
Seguro que ya lo has visto, Añil, pero por si acaso te recomiendo este video. Un beso.
No conocía el vídeo.
No se da importancia a lo importante.
Me ha gustado el relato entero.
La parte que más me ha gustado es la de ir a votar.
Los que no han votado, nos dejan la responsabilidad a los demás, sin darse cuenta que si no votan, no tienen o no deberían tener, derecho a reclamar.
Saludos
Yo opino que no votar es una decisión tan responsable como votar. Yo, por ejemplo, no voté, por primera vez en toda mi vida, en las elecciones municipales de 2007: no tenía a quién elegir sin sentirme mal. En esta ocasión, sin embargo, no podía hacer lo mismo, me sentía obligado a intentar evitar que ganase el partido que finalmente, y además en toda Europa, ha ganado (pero no, no hablaré de política, tengo la edad suficiente para saber que en estos asuntos es inútil tratar de convencer a alguien de algo). Un saludo, Aquí.
Tienes toda la razón.
Saludos.
Entrada preciosa, en tu maravillosa línea.
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