domingo, 21 de noviembre de 2010

A chimenea

Mientras subimos al coche ella me dice que le encanta el olor de Binéfar en esta época del año, que sólo huele así aquí. Yo, que carezco de olfato por culpa de la rinitis, le pregunto a qué huele y ella me contesta que huele a chimenea, a leña ardiendo en una chimenea. La llevo a la estación y me quedo en el andén hasta que el autobús, que tiene los cristales tintados, maniobra y se aleja en dirección a Barcelona.

20 comentarios:

andandos dijo...

¿A las cuatro y media?, si es así han marchado la tuya y el mío en el mismo autobús. A la vuelta he encendido, por primera vez esta temporada, la chimenea.

Un abrazo

Jesús Miramón dijo...

A las seis y diez. El autobús iba lleno de estudiantes. Un abrazo, José Luis.

NáN dijo...

Mira, al irse, volver e irse, ya reconoce lo distintivo de lo que fue el pueblo como un continuo. Ya empieza a enseñarte. ¡Seguro que eres un alumno excelente!

Jesús Miramón dijo...

¡Lo procuraré!

:-)

Diva Gando dijo...

Ayer te vi...

Me encantó la actuación...

I love "el largo de xerxes", vaya voz la tía...

También me gustó una canción catalana que cantasteis.

Jesús Miramón dijo...

¿Viniste al concierto de Santa Cecilia y no te presentaste? Pero Diva, me hubiera encantado conocerte. ¿Y, ahora que se me ocurre, cómo supiste quién era yo?

Es verdad: Victoria, nuestra querida mezzosoprano solista, es maravillosa, a mí siempre me emociona, sobre todo cuando canta piezas tan hermosas como el Ombra mai fu o Lascia ch'io pianga.

Me alegro de que disfrutases pero me hubiese gustado mucho conocerte.

Diva Gando dijo...

Es fácil, basta con aplicar la foto que tienes en el perfil sobre los coristas e imaginar el resto...

Vaya corte!! Mejor no meneallo...

Además, sólo me doy a conocer a los seguidores de mi blog ;-)

Ofelia Gasque Andrés dijo...

Tu hija va a estar vinculada a ese olor para siempre, siempre que conserve el maravilloso sentido del olfato. El más atávico, el conectado a las raíces.
Cada vez que mis hermanas aterrizan en Barcelona dicen lo mismo: huele a mar¡!¡ Y lo dicen como si nunca antes lo hubiesen dicho.
A mi me pasa con García, el pueblo de las tierras del Ebro en el que pasé los mejores días de mi infancia. Podría saber que he llegado con los ojos vendados, porque nada en este mundo huele igual.

Un abrazo***

Jesús Miramón dijo...

¡Touché, Diva!



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(Pero sabe que te/os leo aunque no aparezca en el mosaico de colorines)

Jesús Miramón dijo...

Hola, Ofelia, es cierto, existen pocas cosas más evocadoras que los olores que nos vinculan a los lugares y los recuerdos.

Para mí el mundo de los aromas es algo verdaderamente especial porque tengo crisis riníticas en las que carezco de olfato. Eso sí, cuando lo tengo disfruto de él con toda intensidad. Un abrazo.

Elvira dijo...

Mmmm... me encanta el olor a chimenea. Y me entusiasma el Lascia ch'io pianga.

Un beso

Jesús Miramón dijo...

¡Y a mí (ambas cosas)!

Un petó y bon dia.

:-)

añil dijo...

Es curioso cómo los olores asocian recuerdos. Para mí el olor a leña de sarmiento es el otoño, esa leña tiene un aroma especial que perfuma toda la zona de Montilla- Moriles.

Un beso

Jesús Miramón dijo...

Hola, Añil,

las viñas, los olivos y las encinas dan la mejor leña. Palabras de otoño: leña, carrasca, bellota, charco, granadas, castañas... Un beso.

Elvira dijo...

Hojarasca, ventisca... Todas esas palabras evocan mucho más que su propio significado.

También me encanta añadir piñas a la leña de la lumbre.

Buenas noches

Jesús Miramón dijo...

Ya sé que lo sabes pero me apetece volver a decirlo: en realidad todas las palabras pueden significar más, muchísimo más de lo que significan. O al menos eso creen los poetas, me parece.

(La cama me espera. ¿Con qué soñaré esta noche?)

NáN dijo...

Bueno, yo voy "a lo mío", como Felicia. Te iba a avisar esta mañana de que te he robado, bueno, difundido, sin tu permiso. Pero te adelantaste anoche y lo leíste. Usted me perdonará.

Jesús Miramón dijo...

No te perdono, Nán, te doy las gracias. Un abrazo.

Miguel Baquero dijo...

Entre tú y Andandos me estáis despertando unas ganas irresistibles de ir a Binéfar. Esta primavera, cuando me pregunte mi mujer dónde vamos a ir de veraneo, le dire: A Binéfar. Y si se queda extrañada, no importa. A Binéfar vamos.

Jesús Miramón dijo...

José Luis y yo estaremos encantados de recibirte, Miguel, pero si hay un lugar alejado de lo que puede considerarse un típico lugar para pasar las vacaciones es nuestro pueblo, como habrás visto en las fotografías de José Luis. Un abrazo.