Llevo a mi hija de diecinueve años a la estación de autobuses. La Navidad ha terminado.
domingo, 8 de enero de 2012
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23 comentarios:
Son ellos los que marcan nuestro calendario.
Un abrazo
Siempre.
Un abrazo.
Ya. Y sin embargo, las luces navideñas de las calles seguirán todavía unos días inertes pero puestas....¡que me da una rabia!
Es verdad. Hay algo muy triste y decadente en los adornos navideños que duran más que la Navidad.
A mí me genera cierta sensación de angústia ver los adornos una vez pasadas estas fiestas.
Lo primero que hago es recogerlo todo.
Un beso.
Ahora además del post también tienes que escribir el título.
A mí siempre me cuesta despedirme de mi hijo, siempre.
Feliz y próspero año nuevo!
Filla, ¿y qué me dices de esos lugares que mantienen todo el año los adornos, por pura desidia? Yo he visto algunos. Son terribles.
Un beso.
Me gusta titular los textos, el año pasado llegué a echar mucho de menos el momento de pensar un título. Eso lo he recuperado. Feliz año.
Sí, angustiosos...
Oiga! Pero escriba, eh? Que lo veo muy relajado y ya nos tenía acostumbrados a la dosis diaria.
Mañana al mediodía, Lola llevará a su madre a la estación de autobuses y daremos por clausuradas la navidad y la cadena Telecinco.
No sé si es triste o acaba siendo confortable medir la Navidad por la llegada y la marcha de los hijos
Ay, Filla, la dosis diaria pertenece al pasado, ahora entramos en un año de desintoxicación miramoniana, que de vez en cuando también va bien.
:-)
"Y daremos por clausuradas la navidad y la cadena Telecinco."
¡Já, já, já! ¿Estás seguro de que podrás sobrevivir sin Telecinco? ¿No comienzas a echar de menos los gritos y las musiquillas repetitivas?
Pero no hay nada como recuperar la normalidad, ¿verdad?
Un abrazo, Nán.
Miguel, en mi caso es simplemente un hecho, una constatación. Y si lo pienso un poco más tal vez sea más triste que confortable.
Echo de menos tu cada día...
Gracias, Diva.
Muy hermoso, Jesús. Es difícil decir más con menos. Un abrazo
Gracias, Juan, un abrazo.
Yo ya estoy contando los días para cuando venga mi hija de nuevo, a primeros de Febrero...
Y después, qué pasó?
Un beso, Elvira.
No pasó nada, Giovanni, sólo días, niebla, heladas, trabajo, recetas de cocina, cariño, estupefacción a veces, horas de sueño, un corte de pelo, lecturas recuperadas, algo de ejercicio físico, niebla, heladas matinales, trabajo, recetas de cocina, etcétera...
Es bastante. Un abrazo
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