Fui a buscar a Maite a la estación del ferrocarril y allí me encontré con Tere y Bach, que habían ido a esperar a Teresa. La noche era cálida y Bach se dejaba acariciar moviendo el rabo de un lado a otro. Mi amiga y yo comentamos la coincidencia de que mi mujer y su hija hubieran viajado en el mismo tren desde Zaragoza sin saber una de la otra ¡con lo que se quieren! En el andén se habían congregado también dos policías locales y dos guardias civiles. A quién buscaban o esperaban era un misterio. Esa circunstancia y el calor de la noche me hicieron pensar en las obras de teatro de Tennessee Williams. Las luces de la locomotora aparecieron al final de la vía y pronto el convoy se detuvo frente a nosotros. Las viajeras descendieron de sus vagones, se acercaron, nos besamos, conversamos un rato mientras los policías se iban con las manos vacías, me despedí de mi directora hasta el ensayo del viernes y regresamos a casa. La noche de verano era, como todas las noches de verano, lenta e insólita.
jueves, 19 de julio de 2012
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10 comentarios:
Los trenes siempre siemrpe tienen encanto.. y tu blog también aunque no comente siempre.
¡Caray, Moli, muchas gracias!
De acuerdo completamente con lo dicho por molinos.
Por cierto, Jesús, viendo que te remontas a una entrada anterior, que a su vez también habla de otra de aun más tiempo atrás... ¿Guardas en la memoria cada una de tus entradas? A mi me pasa, pero es que apenas llevo un año y además escribo bastante poco, pero con tu producción??
Saludos.
Hola, Paco, pues la verdad es que sí, a pesar de lo mucho que he escrito sí que me acuerdo (más o menos). De hecho a menudo tengo la sensación de que no hago más que repetirme una y otra vez, y probablemente sea verdad.
Buenas noches.
Me parece un milagro feliz que lo que se repite siempre resulte raro y desacostumbrado.
El mundo es raro y desacostumbrado. Nuestra vida también.
¡Qué alegría e ilusión me da leer de nuevo tu blog, Jesús!. La verdad es que lo echaba de menos. Desde que dijiste que de nuevo lo retomabas no me había acordado de leerlo.¡Han pasado tantas cosas !... y algunas muy tristes, ya sabes.Nuestro compañero...Pepe.
Y ya sabes también lo que os queremos en esta casa. Gracias por volver a deleitarnos con tu blog.
Un abrazo.
Hola, Tere, sí fue muy triste el inesperado fallecimiento de vuestro compañero.
Gracias a ti por leerme. Nos vemos el viernes en el ensayo. Un abrazo.
La lentitud de esta noche hoy me ha traído aquí. Y hacia tiempo que no paraba y como siempre me pasa con sus textos, el instante ha sido un deleite.
Muchas gracias y un placer visitarlo en una noche de verano.
Muchas gracias y bienvenido.
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