sábado, 18 de agosto de 2012

Un recodo en el camino

En medio de la madrugada
late nuestro corazón
mientras la luna
se traslada hacia la noche
de otros náufragos
como tú y como yo.

La luna que no conoce el día,
la luna que no conoce el sol.


Late nuestro corazón
mientras la corriente
nos empuja hacia
la catarata, el bosque,
un recodo en el camino,
la ladera cubierta de hierba
empapada de rocío.

2 comentarios:

Elvira dijo...

La luna que no conoce el día,
la luna que no conoce el sol.

Me gusta mucho. La luna no conoce el sol, pero lo refleja. A veces nos pasa eso.

Un beso

Jesús Miramón dijo...

Gracias, Elvira. Un beso.