Salgo de Zaragoza kilómetro a kilómetro a través del desierto, kilómetro a kilómetro sobre una carretera que me lleva hacia al futuro, no hacia otro lugar.
Si voy o regreso carece de importancia: demasiadas veces fui y regresé, demasiadas veces soñé, imaginé, me arrepentí; demasiadas veces me quedé en el sitio sin moverme un milímetro. Las estériles paredes de yeso y tiza me contemplan mientras conduzco hacia el futuro, no hacia otro lugar.
Yo no elegí existir en este mundo y sin embargo tú, que viajas a mi lado, me escogiste. ¿Cómo expresarte lo que eso significa para mí? Después de tantos años déjame decirte una cosa, amor mío: tú eres mi viaje, tú y yo precipitándonos juntos hacia el futuro, no hacia otro lugar.
domingo, 12 de agosto de 2012
No hacia otro lugar
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8 comentarios:
Sí, claro, primero te confiesas enamorado de todas las mujeres y ahora, claro, tienes que envainar y arreglarlo...
(Es precioso, en serio.)
¡Me has pillado!
(Gracias. Un abrazo)
Sonrío al leer los comentarios...
Gracias por la entrada anterior y por esta otra declaración de amor, tan y tan bella.
Gracias a ti (y me reafirmo en lo que escribí). Un beso.
Esto que escribes es de otro nivel emocional, más intenso que el habitual, si puede llamarse así.
Un abrazo
Es amor y algo más: velocidad, un río, las nubes.
Un abrazo, José Luis.
Hermoso, Jesús. Y tú la escogiste a ella. Me parece que los dos tuvísteis buen ojo y algo de suerte también. Me alegra conocer parejas que se llevan bien de verdad. Me reconforta.
Besos
Soy un hombre afortunado, Elvira. Un beso.
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