Hoy he comido con cuatro amigas en un restaurante de Barbastro. Los nombres de los platos eran más bonitos y ricos que lo que contenían pero ha estado bien, sobre todo por la compañía y la alegría de reunirnos.
Nunca he pensado que la amistad fuese algo inferior al amor romántico -ni falta que le hace. Lo que sé es que la amistad tiene cualidades que no tiene aquel. Es una expresión diferente del amor y, en ciertos aspectos anecdóticos, mejor.
La amistad sencilla, lo que todos entendemos cuando hablamos de amistad es, para mí, una de las formas más puras del amor porque carece de cualquier interés. Aprender y disfrutar de la mera existencia del otro, quererle, y nada más.
Hoy he comido con cuatro seres humanos, casualmente todas ellas mujeres maravillosas, y he disfrutado y aprendido mucho, y me voy a dormir con la sensación de haber recibido un regalo muy especial. Amor sin aspavientos y sin tonterías. Amistad. Libertad para expresarme como soy sin barrera alguna. Qué más puedo pedir. Soy afortunado y, en su compañía, libre.
miércoles, 18 de abril de 2018
Cuatro amigas
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5 comentarios:
Creo que es un post (una entrada) redonda, Jesús.
Maravilloso post, Jesús.
No lo había visto de esa manera y me han entrado unas ganas enormes de reunirme con algunos amigos
Gracias por compartir tu maravillosa perspectiva de la vida.
Un abrazo.
¡Vivan las buenas amistades! Me gusta mucho cómo lo cuentas.
Un beso
Efectivamente, cuando la amistad debe explicarse con palabras muy complejas es porque, seguramente, no lo sea. La amistad es eso, sencilla.
José Luis, Fernando, Elvira, Beauséant, muchas gracias por vuestros comentarios. Son como un "¡Hey, aquí al otro lado te leemos!". Os los agradezco muchísimo.
Sobre la amistad... Bueno, lo que escribí y lo que habéis escrito vosotros. Es un modo de amor, y me atrevería a decir que uno de los mejores.
Besos y abrazos.
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